En los seres humanos y algunos animales como ratones, cabras, cerdos e insectos, las hormonas como la oxitocina participan en la elección de pareja y en el apego; mientras que la dopamina se activa durante la conducta sexual, aunque no hay evidencia de su relación con procesos placenteros en nuestra especie, señaló Raúl Paredes Guerrero, director e investigador del Instituto de Neurobiología (INb) de la UNAM.
De igual manera, el especialista destacó que en varias especies animales, las hormonas y los neurotransmisores son fundamentales en la atracción sexual, la elección de pareja y el apego.
OLFATO Y FEROMONAS
El sistema olfativo es el primer contacto que muchos animales utilizan para elegir pareja y lo hacen a través de las feromonas, que son sustancias químicas liberadas por un individuo que producen una respuesta fisiológica y conductual en un miembro de la misma especie.
“Son fundamentales para la comunicación en diversos aspectos de muchas especies animales. Una de las más estudiadas es el Bombykol, que libera la hembra del gusano de seda, y que un macho puede detectar hasta a 10 kilómetros de distancia”, expuso.
Señaló que en las personas no se ha identificado la fórmula química de ninguna feromona y únicamente se conocen en insectos, roedores y otras especies.
¿DOPAMINA Y PLACER?
Durante los sesentas se relacionó a la dopamina con muchos procesos placenteros, sin embargo es una falasia, aclaró Paredes Guerrero.
Es un neurotransmisor involucrado en la actividad locomotora y sexual, en la comunicación neuro-endocrina y en la ingesta de agua y alimentos.
“Se relaciona con enfermedades como la esquizofrenia, el mal de Parkinson y la adicción a las drogas, y también aumenta si existe estrés o una pelea. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de que esté involucrada en procesos placenteros y parece estar más relacionada con la activación general del sistema nervioso central”.
Por otra parte, la oxitocina está vinculada con patrones sexuales y conducta maternal. “Se activa para seleccionar pareja, se relaciona con el apego y en humanos aumenta la confianza”, explicó.
También, los opioides son sustancias que producen estados placenteros y aseguran que la conducta se vuelva a repetir.
“Se han estudiado en muchos animales y también en el humano. Se sabe que durante la actividad sexual aumenta el umbral del dolor, proceso que parece estar mediado por los opioides en nuestra especie”, concluyó.