Ciertos hábitos alimenticios y de estilo de vida pueden “encender o apagar” la expresión de genes relacionados con el cáncer, aunque si estos cambios genéticos se detectan durante las etapas iniciales del cáncer es posible detener la enfermedad, concluyó una serie de análisis realizados en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Estos hallazgos son útiles para explicar el incremento en la incidencia de casos de cáncer durante las últimas décadas y su relación con el estilo de vida moderno. Es decir, se empiezan a identificar aquellos factores nutricionales, hormonales e incluso ambientales relacionados con la aparición de tumores malignos.
Las investigaciones del Cinvestav, encabezadas por Patricio Gariglio Vidal, se enfocan al estudio de los cambios genéticos y epigenéticos en los genes que participan en cáncer, es decir, en promotores y supresores de tumor.
Los cambios epigenéticos son modificaciones que encienden (activan) o apagan (inhiben) la expresión de genes promotores e inhibidores de cáncer sin que intervengan mutaciones, y están relacionados con factores externos como alimentación, consumo exagerado de estrógenos, persistencia de infecciones (como Virus del Papiloma Humano de alto riesgo) o tabaquismo, entre otros.
De acuerdo con el experto del Cinvestav, quien ha sido reconocido en un par de ocasiones con el Premio Canifarma, este tipo de alteraciones ocurren en los genes a nivel molecular, para después producir variaciones celulares que derivan en tumores malignos e incluso, en otras enfermedades.
El doctor en Biología Molecular por la Universidad de California menciona que un ejemplo de cambio epigenético es el fenómeno conocido como metilación, el cual puede ocurrir tanto a nivel del ADN como de las histonas. En el primero, los grupos metilos se introducen y dañan la región promotora de un gen que normalmente inhibe el desarrollo del cáncer.
Otros casos de regulación epigenética involucran cambios en los niveles de microARNs, los cuales destruyen el ARN mensajero codificado por genes inhibidores del cáncer, menciona el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III.
“El cáncer es una enfermedad que involucra procesos que multiplican infinidad de veces una célula cancerosa. Mediante el empleo de ratones transgénicos (modelo de cáncer) hemos identificado acciones biológicas implicadas en cáncer, y genes que se activan o se inhiben en etapas muy tempranas durante la carcinogénesis”, destaca el investigador del Cinvestav.
Gariglio Vidal ejemplifica algunas de las alteraciones moleculares relacionadas con la alimentación. “Con una dieta rica en frutas y verduras (vitamina A) algunos genes supresores de tumores podrían funcionar mejor; pero si las personas dejan de ingerir esos alimentos es posible que dichos genes benéficos dejen de funcionar o no se expresen”.
Aunque aclara que las modificaciones epigenéticas pueden ser reversibles si se hace un diagnóstico temprano.
Por ello, el estudio realizado en el Cinvestav también está orientado a identificar cambios epigenéticos y, de esa forma, poder revertir el proceso degenerativo celular antes de que desemboque en cáncer, se informó en un comunicado.
Por ejemplo, una de las líneas de investigación del grupo de científicos se relaciona con el cambio de los niveles de microARN tanto en tumores cervicales como en el suero de la sangre; lo anterior con el objetivo de poder hacer un diagnóstico muy temprano del cáncer cervicouterino y revertir su desarrollo.
“Estos estudios en roedores y los que se realizan en forma paralela en seres humanos, son importantes en el diseño de nuevas estrategias de diagnóstico temprano y terapia molecular del cáncer”, concluyó el Gariglio Vidal.