El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco afirmó ser pionero en la utilización de la medicina nuclear para atender los casos de cáncer de tiroides, en beneficio de más de 70 derechohabientes al mes.
La titular del departamento de Medicina Nuclear de la UMAE de Especialidades del IMSS en Jalisco, María Jacinta Cisneros Valdez, dijo que en promedio da seis mil 800 consultas al mes y realizan más de 13 mil estudios para aplicar el radioyodo I-131.
Detalló que con la aplicación de yodo radioactivo, procedimiento también denominado radioyodo I-131, el Departamento es hoy en día el más importante de Occidente, pues además de la atender a pacientes de Jalisco, recibe de Durango, Sinaloa, Nayarit y en ocasiones Guanajuato.
Informó que la medicina nuclear se aplica en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades mediante pequeñas cantidades de material radiactivo. Su eficacia es tal, que la captación es a nivel molecular y por lo mismo posibilitan hallazgos en fases muy tempranas.
Señaló que la eficacia del radioyodo I-131 radica en que la tiroides utiliza como sustrato el yodo para la fabricación de hormonas tiroideas, de esta forma garantiza que el material radiactivo actúe específicamente en células tiroideas y realice su apoptosis, que se entiende como muerte celular programada.
“Todos tenemos apoptosis día a día, en esta ocasión se programa la muerte temprana de dichas células con el fin de evitar la propagación del carcinoma a otros tejidos”, agregó la experta.
Indicó que hasta 15 por ciento del yodo aplicado se asienta en la tiroides, 85 por ciento restante es eliminado del cuerpo a partir del segundo día del tratamiento y principalmente es excretada por la orina, aunque también por la saliva, lágrimas, sudor y heces y no tiene repercusiones en la salud.
La experta recalcó que es importante que todos los pacientes expuestos a este tipo de tratamiento continúen con sus rastreos consecutivos por los siguientes cinco años para monitoreo y descartar evolución posterior de celular cancerígenas.
Una paciente, Paulina, recordó que despertó un día con una ligera gripe y dolor en la garganta al pasar alimento, empezó a bajar de peso y sentía que algo no estaba bien, acudió con su médico familiar quien detectó un abultamiento en el cuello; tras una serie de estudios fue diagnosticada con hipertiroidismo por un tumor maligno en la tiroides.
De inmediato, Paulina fue atendida en el IMSS en Jalisco para la extirpación de la tumoración y derivada al departamento de Medicina Nuclear de la Unidad de Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades donde comenzó su tratamiento con yodo radiactivo.
“Fue toda una experiencia, estuve aislada tres días en una habitación”, resaltó Paulina quien fue ingresada a una de las tres habitaciones con las que cuenta la UMAE, exclusivamente para atender a este tipo de pacientes.
El tratamiento con yodo radiactivo consiste en la administración de una pequeña dosis de I-131 por vía oral que es absorbido por el torrente sanguíneo para ir atacando específicamente a las células cancerígenas y erradicarlas.
Paulina se ha integrado a su vida normal, acaba de comenzar un nuevo empleo y continúa con sus visitas programadas al especialista.