La temporada de frío no es la causante de enfermedades respiratorias; en cambio la desnutrición, no dormir bien, habitar en una casa sin ventilación apropiada o que no tenga condiciones higiénicas adecuadas, propicia que una persona enferme con facilidad.
De acuerdo con el científico Marco Antonio Vega López, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), en México se reportan anualmente más de 20 millones de casos de enfermedades respiratorias agudas, y consideró que debe haber una cantidad similar que no son reportados.
“La gente tiene la idea de que la enfermedad viene por la baja en la temperatura y no es así, en realidad la enfermedad viene porque te infectas con un microbio”, indicó en un comunicado.
El especialista adscrito al Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular del Cinvestav detalló que hay dos posibilidades de contagio.
Una de ellas es que el agente infeccioso viva en el cuerpo de manera equilibrada porque nuestro sistema inmune así lo mantiene o por el contacto con una persona enferma, de tal manera que el sistema no lo puede controlar, indicó.
Señaló que a pesar de no ser el causante de la enfermedad el frío sí tiene una influencia, aunque no es determinante. Sin embargo, las bajas temperaturas afectan las defensas que tiene el tracto respiratorio, pues interviene en la motilidad de los cilios, que son las vellosidades encargadas de limpiar la mucosidad del tracto.
Los cilios están en la superficie de las células del epitelio respiratorio y se mueven constantemente para empujar la mucosidad que retienen y expulsan a los virus, cuando la temperatura desciende se paralizan y dejan de funcionar adecuadamente, permitiendo a los virus atravesarla e infectarla, agregó.
El experto del Cinvestav destacó que una buena alimentación y la práctica de hábitos saludables pueden evitar que el frío detone enfermedades.
En el caso de temperaturas altas durante el verano las personas también padecen malestares, aunque la mucosa que se ve más afectada es la gastrointestinal, por lo que no necesariamente las enfermedades aparecen según las condiciones climáticas, expuso.
“El estado nutricional de la gente es fundamental, porque si el sistema inmune no tiene elementos de donde echar mano para defenderse, las personas son más susceptibles a enfermedades”, consideró el investigador.
Vega López, quien investiga la inmunobiología de las mucosas, destacó que en el caso de los niños, la composición del moco difiere de los adultos, ya que es menos protector; asimismo, en los adultos mayores, que generalmente padecen de alergias o padecimientos como diabetes, su sistema inmune deja de funcionar al ciento por ciento.
Resulta curioso que determinadas personas se enfermen más que otras, incluso dentro de una misma familia, pero en realidad no es difícil de comprender; los virus pueden infectar a todos los integrantes sin necesariamente provocar algún padecimiento, señaló.