Malos hábitos en embarazo causan malformaciones

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Factores genéticos, malos hábitos en embarazo, como alimentación deficiente en la mujer o ingesta de algunos medicamentos antibióticos durante dicho proceso, pueden derivar en deformaciones o malformaciones de piezas dentales en niños, indicó el experto Jorge Alejandro Ávalos Rodríguez.

El coordinador auxiliar de Estomatología del IMSS en Jalisco, Jorge Alejandro Ávalos Rodríguez, agregó que la formación de los dientes se da en el primer trimestre de la gestación.

“Si la mamá tiene mala alimentación o ingiere ciertos medicamentos, sobre todo en esa etapa de los tres a los seis meses de vida intrauterina, puede derivar en malformaciones o incluso ausencia de dientes”, afirmó.

Señaló que la herencia genética juega un papel importante, “si los padres presentan alguna alteración en la forma, color o incluso número de dientes, las probabilidades de que trasfieran estas anomalías a sus hijos son elevadas”.

Manifestó que algunas patologías como Síndrome de Down o el labio y paladar hendido se asocian a alteraciones como la ausencia de piezas dentales.

Detalló que puede haber anomalías como dientes supernumerarios (exceso de piezas dentales), que al nacer en una misma raíz suelen quedar mal posicionados (encimados), “y llega a ocurrir también que broten dientes en zonas no comunes como en medio de dos dientes (mesiodens), o que aparezca una cuarta molar”.

Subrayó que en contraparte, “también llegan a presentarse dientes muy espaciados ante la falta de nacimiento de piezas entre uno y otro”. Recordó que el ser humano cuenta con 32 piezas dentales en términos normales o esperados.

Dijo que pueden nacer dientes demasiado pequeños o de mayor tamaño en comparación al resto, además existen otras deformidades en la morfología dental como piezas que adoptan forma de cono o ´picuda´, en estos casos interviene el factor genético.

Mencionó que están otras alteraciones como los dientes fisurados o cuarteados, o los que se forman fusionados a partir de la misma raíz.

En cuanto a la coloración, explicó que la ingesta de agua no clorada y con alto contenido de flúor puede originar manchas y oscurecimiento de las piezas dentales, así como el consumo de fármacos durante el embarazo que ocasiona debilitamiento de la dentina y esmalte.

Resaltó que las deformaciones dentales al margen de la cuestión estética, pueden dificultar funciones básicas, entre ellas masticación, aunado a propiciar la acumulación de restos de comida y bacterias como en el caso de los dientes encimados que no permiten el paso del cepillo e hilo dental.

Destacó que lo ideal es brindar rehabilitación dental en caso de malformaciones a partir de 10 o 13 años de edad, e incluso de ser necesario extraer dientes sobrantes.

“Es indispensable que los niños a partir de los tres años de edad acudan por lo menos cada seis meses a revisión odontológica para verificar que la alineación y formación de los dientes definitivos sea correcta”, apuntó.

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