Aumenta bulimia y anorexia en jóvenes mexicanos

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De cada 100 mujeres en México, diez padecen anorexia y cinco de ellas mueren, mientras el resto sufre las consecuencias de la enfermedad durante toda su vida, pero lo grave es que estos caso continúan en aumento ya que los últimos reportes de salud señalan que de los casos de bulimia y anorexia en jóvenes de 15 a 18 años de edad se han multiplicado.

De acuerdo a cifras con la Secretaría de Salud, el 24.1 por ciento de los casos de bulimia y anorexia en jóvenes de 15 a 18 años de edad, afirmó haber dejado de comer por 12 horas o más para intentar bajar de peso; cifra muy superior al que presentaron los estudiantes varones que fue de 13.6 por ciento.

Ante el incremento de los casos de bulimia y anorexia la diputada Martha Vital Vera solicitó a las Secretarías de Salud y de Educación Pública a establecer campañas educativas, de manera permanente, que ayuden a prevenir y combatir estas enfermedades, así como promover hábitos alimenticios sanos.

La legisladora del Partido Verde aseguró que los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) afectan a niñas, mujeres, niños y hombres adolescentes, independientemente de su condición económica y social; sin embargo, agregó, es en la población juvenil donde se presentan más casos de este tipo.

“Estos trastornos además de incidir de manera negativa en la salud física, psíquica y socio-familiar de quien la padece, también presenta un gran sufrimiento para las familias, una sobrecarga para la sociedad y para el sistema de salud pública”, enfatizó.

Dijo que en nuestro país, la bulimia y la anorexia son cada vez más frecuentes en jóvenes de 15 a 18 años de edad, la mayoría de los adolescentes anhela estar delgado para verse bien, por estar a la moda y por seguir una cultura de delgadez, según la encuesta sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en las Escuelas de Educación Media Superior, elaborada en el por la SEP en el 2013.

Por último, la legisladora federal por Chiapas destacó la necesidad de mantener informada a la población, especialmente a los jóvenes y a los padres de familia, sobre la importancia de realizar una adecuada alimentación, “ya que la familia juega un papel trascendental en la sociedad e incide en los hábitos de vida de niños y adolescentes”.

Autoridades del sector salud, han advertido que la anorexia y la bulimia se han convertido en un problema de salud pública; su incidencia registra cifras muy altas y actualmente los hombres también sufren ambos padecimientos.

Incremento

Cada año se registran 20 mil casos de anorexia y bulimia en nuestro país, y la edad promedio de inicio de estos padecimientos es a los 17 años, aunque algunos datos revelan edades de 14 a 18 años.

Citan que el 95 por ciento de los pacientes que padecen anorexia y bulimia son mujeres, mientras que el otro cinco por ciento son hombres.

La anorexia se presenta en mujeres que no están contentas con su figura. “Se miran al espejo y éste les refleja una imagen gorda, aun cuando estén en los huesos, y prácticamente se dejan morir de hambre”.

Estos casos de anorexia o bulimia se presentan en comunidades marginadas o indígenas, y en estratos sociales muy altos. Son las pacientes son perfeccionistas, tienen poco control sobre sus impulsos, provienen de familias disfuncionales, en donde hay sobreprotección sobre las adolescentes, así como abuso físico y emocional".

A pesar de que se puede ver en todos los estatus, los más vulnerables de sufrir estos trastornos son las personas que provienen de familias en las que se pone mucha atención en la imagen física.

De las personas con bulimia o anorexia, 50% se cura, 20% sobrevive pero con recaídas, otro 20% mejora y 10% muere, refiere León Hernández. Su recuperación depende de que la enfermedad se detecte a tiempo y de que reciban un tratamiento multidisciplinario.

Hay pacientes que llegan después de 20 años de evolución de la enfermedad; son mujeres en cama todo el tiempo, ya no tienen contacto con la realidad y lo único que se puede hacer es tratarlas para que se mantengan con signos vitales y se puedan integrar un poco a la sociedad, pero ya no se curan.

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