El próximo octubre, un cometa llamado Siding Spring sobrevolará Marte casi diez veces más cerca que cualquier otra roca identificada lo haya hecho jamás sobre la Tierra. Se acercará a unos 138.000 km, lo que significa que las naves espaciales que orbitan el Planeta rojo podrán echar un buen vistazo al núcleo de la roca. Sin embargo, la NASA advierte de que las partículas de polvo que arroje durante ese paseo cósmico podrían poner en peligro estas sondas en octubre. El nivel de riesgo no se conocerá durante meses, pero la NASA ya ha comenzado a evaluar las posibles medidas de precaución al mismo tiempo que se prepara para estudiar el cometa.