Querido Santa Claus, este año te pediré muchísimo, así que no pierdas esta lista: Por favor, no traigas refrescos embotellados, tampoco cigarrillos, estupefacientes, comida chatarra y productos milagrosos para bajar de peso. Convence a los que participan en las redes sociales por Internet para que no hagan gestos, ni saquen la lengua en sus ‘selfies’. ¿Quién les habrá dicho que se ven graciosos ? Que no suban fotos alardeando borracheras con amigos. En el siglo XXI, la decadencia abruma al agónico refinamiento, escasean los caballeros y las damas de verdad, así que dejen de compartir cartones con lenguaje soez, que eviten las palabrotas en sus comentarios, los insultos callejeros son síntoma de pereza mental y escasez de argumentos. En México, ningún partido político es honorable, resulta estéril la rivalidad entre conciudadanos por defender a sus burócratas preferidos. Los que ocupan puestos públicos, desprecian a la ciudadanía, para ellos nuestras vidas son desechables, solamente somos proveedores de impuestos para sus fortunas indecentes. Que tampoco difundan en Facebook tales supersticiones, como: Pega en tu muro esta imagen religiosa y en 24 horas te ocurrirá un milagro, comparte este elefante o la mariposa de la abundancia, estas bolsas de dinero del Feng Shui, o esta habitación repleta de billetes y serás rico con la bendición de Dios, y si no lo haces, te irá mal. Los que creen en estas ridiculeces se denigran intelectualmente.