La Ciudad de México continúa padeciendo los estragos que dejaron los sismos de Septiembre pasado y el camino por recorrer para la reconstrucción es largo. Sin embargo, la gran participación que han tenido los jóvenes en cada una de las acciones de rescate en inmuebles que se colapsaron o de aquellos que se vieron afectados por los movimientos telúricos, debe ser reconocida publicamente, señaló el Diputado
Armando López Velarde Campa, Coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano.
La ciudadanía está agradecida con todos los jóvenes de la capital del país, por la forma en que se organizaron y volcaron a las calles para iniciar las labores de rescate y ayuda a las personas afectadas por los temblores, antes que cualquier autoridad.
Mencionó que el día 19 y los subsecuentes, no les importó dejar a un lado la patineta, la guitarra o la corbata para ayudar a quien lo necesitara, ya fuere removiendo cascajo, cargando gente herida, cerrando llaves de tanques de gas o acercando alguna camilla a los lesionados; o bien, aportando, preparando o distribuyendo alimentos, medicamentos, herramientas, o lo que estuviera a su alcance con tal de auxiliar en las labores de rescate.
Agregó, que su aportación a la vida económica, política y social de la capital es irrefutable por lo que debemos impulsar, encaminar y aprovechar esa fuerza social que permita encauzar positivamente el ímpetu que les caracteriza.
Resaltó la actitud de aquellos jóvenes de poco más de 15 años que, sin importar los peligros que corrían al acercarse a los inmuebles colapsados, instantes después de que terminara el movimiento telúrico, iniciaron las labores de ayuda y un poco más tarde, de apoyo a damnificados, sin olvidar las interminables filas de jóvenes que se formaron casco en cabeza, palas y picos para apoyar a las cuadrillas de protección civil, bomberos y de rescate.
Finalmente dijo que a la juventud en lugar de temerle, debemos reconocer el lugar que se ha ganado con sus acciones, “es gente que busca participar más activamente en el movimiento cotidiano y extraordinario de la ciudad, sin importar que tengan o no la mayoría de edad” por lo que, concluyó, los jóvenes, seguirán impulsando el quehacer social a su manera, y tenemos que organizarnos con ellos.