Con el fin de prevenir y reducir las agresiones contra las mujeres a través de medios digitales, el diputado Iván Texta Solís urgió a actualizar las leyes que
regulan la violencia de género para tipificar aquella que se realiza de manera digital, ya que afecta a nueve millones de mujeres mayores de 12 años en México, las cuales han sido víctimas de acoso en línea, de acuerdo con datos de 2015, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El presidente de la Comisión de Rendición de Cuentas y Vigilancia de la Auditoría Superior de la Ciudad de México en la Asamblea Legislativa comentó que se necesitan crear mecanismos para lograr que más mujeres denuncien, ya que de acuerdo con datos del Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA) 2015 de INEGI, sólo el 4% denunció una situación de agresión digital ante alguna autoridad, mientras que 52.6% de las mujeres decidió bloquear a la persona que las estaba violentando o ignorar la situación.
Texta Solís pidió castigar a quien hostigue o acose a una mujer, no sólo en espacios públicos sino también en sitios virtuales, pues se trata de una práctica intolerable que no se debe permitir bajo ningún argumento.
"La violencia en línea no es distinta a la que se da de manera presencial, sin embargo las posibles soluciones para erradicarla son diferentes pues estas personas se escudan en el anonimato y entran en juego aspectos técnicos y de uso de internet que se deben regular sin caer en la censura", opinó.
Por ello, consideró importante que se establezca un trabajo coordinado para erradicar la violencia en línea contra las mujeres donde colaboren los actores involucrados como el Gobierno, legisladores, proveedores de internet, páginas web y redes sociales.
De acuerdo con un estudio sobre ciberacoso en la Ciudad de México realizado por el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, se reconocen seis tipos de violencia en línea los cuales deberían ser tipificados: la filtración de imágenes íntimas sin consentimiento, difamar para dañar la reputación de la víctima, crear perfiles falsos y usurpar la identidad, filmar actos de violencia donde se le golpea, grita o persigue, acechar la actividad virtual, acosar y amenazar con pasar a la violencia física, sexual o letal.
El reporte Ciberviolencia contra mujeres y niñas, elaborado por la ONU en 2015, evidencia el problema en el país desde la perspectiva de género, pues señala que las mujeres son 27 veces más vulnerables que los hombres a ser víctimas de violencia en Internet, mientras que en el 61% de los casos los agresores son hombres.
"Vivimos un movimiento muy importante a nivel mundial donde las mujeres están levantando la voz para denunciar que han sido víctimas de algún tipo de acoso, pero vemos con tristeza que también las redes sociales se han vuelto espacios de crítica, ataque, odio viral y revictimización a quienes decidieron hablar contra estos acosadores", comentó.
Recordó que en 2016, pidió ante el pleno de este órgano legislativo adicionar el artículo 177 bis del Código Penal para sancionar la toma de fotografías o grabaciones con índole sexual, pues no puede acreditarse fácilmente al no estar tipificado y solicitó equiparar al delito de abuso sexual las acciones de fabricar, imprimir, grabar, transportar, exhibir, vender, reproducir o circular por cualquier medio, imágenes, libros, revistas, escritos, fotografías, carteles, videocintas con implicaciones sexuales, sin el consentimiento de la persona agraviada en su imagen e intimidad.
El legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) precisó que a nivel federal, el Código Penal en su Artículo 259 Bis, establece que en caso de acoso verbal se impondrá una multa de hasta 40 días de salario mínimo. Por ello, es necesario analizar y empatar las normas ya existentes desde 2007 como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que reconoce el acoso sexual como una figura jurídica.
Con anterioridad, Texta exhortó desde Tribuna a diversas instituciones locales y federales a impulsar una estrategia integral, que incluya la capacitación de personal, adecuada aplicación de protocolos y una intensa campaña de concientización sobre el respeto hacia la mujer para evitar su revictimización.