El Plan Integral de Manejo de Residuos Sólidos 2013-2018, tiene como meta aprovechar las cerca de 12 mil 600 toneladas de basura que produce y cerrar el sexenio con el manejo total de los desperdicios que genera hasta posicionar al Distrito Federal al grupo de urbes que generan energía a partir del empleo de desechos orgánicos y con el empleo de tecnologías de punta.
Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo que el reto de llegar a “basura cero” coloca a ciudad como punta de lanza en una estrategia que se plantea a mediano plazo para cambiar totalmente la forma de utilizar los residuos sólidos.
Manifestó que "la Ciudad de México seguirá siendo parte de este pequeño grupo de ciudades que impulsan acciones contundentes por el medio ambiente".
En el Deportivo “Ing. Emilio Sáenz Ibarra”, ubicado en la delegación Iztapalapa, el Ejecutivo local anunció, asimismo, el inicio de una campaña informativa en la que el GDF dará a conocer acciones “Por una ciudad sin basura”, misma que se difundirá a los ciudadanos con la ayuda de trípticos donde se explica la estrategia de separación de los residuos sólidos implementada por esta administración.
Acompañado por servidores públicos, legisladores, delegados políticos y expertos de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional, el Jefe de Gobierno instruyó a su vez a la secretaria del Medio Ambiente capitalina, Tanya Müller García, para que exponga este trabajo ante la nueva Comisión para la Megalópolis conformada con el Gobierno Federal.
Mancera Espinosa explicó que, al concluir esta estrategia, la Ciudad de México deberá estar en condiciones de emplear prácticamente el cien por ciento de los residuos sólidos para diferentes tareas, entre ellas, generación de energía, materia prima para la industria del vestido e, incluso, para la construcción.
En este sentido, dijo que ya se hizo una prueba piloto, pues se construyó una primera banqueta a base de desperdicios, exclusivamente. Apuntó que para llevar a cabo esta iniciativa, el Gobierno de la ciudad se encamina hacia un esquema de aprovechamiento de las más altas tecnologías japonesas y alemanas.