Hace 12 años, cuando arribó a la capital mexicana con apenas 100 dólares en los bolsillos, Andrés Jannou nunca dudó que su amor por los perros le daría una oportunidad de pasear a las mascotas ajenas y convertir esto en un negocio rentable.
Originario de Buenos Aires, Argentina, Jannou Frías decidió darle un giro radical a su vida después de viajar por varios años y vivir un tiempo en Los Ángeles, Estados Unidos, donde hizo amistad con varios mexicanos.
“Pensé que quizá era tiempo de retomar mis viajes y decidí venir a México porque todavía tenía contacto con mis amigos”, expone el director ejecutivo de Walking Dog, quien recuerda que solamente venía de manera temporal.
Pero el clima, la comida y el trato cálido de la Ciudad de México hicieron que pernoctara por un lapso mayor a lo planeado y comenzó a trabajar como mesero en un restaurante de la colonia Condesa.
Desde aquel lugar y mesas que limpiaba, Andrés Jannou veía a las personas pasar con sus perros en esa zona céntrica. “Eso me llevó a pegar carteles en las calles para ofrecer el servicio de paseo de perros y tener algo de dinero extra”, comentó.
En 2005 empezó a tener sus primeros clientes y salía a caminar con tres perros durante sus ratos libres, indica el emprendedor de 43 años de edad, al señalar que esta dinámica de trabajo le permitió tener ingresos similares a los del restaurante.
Hizo de los paseos una forma de trabajo y estuvo bajo ese ritmo por lo menos dos años porque después requirió ayuda, al detectar un sector con alta demanda y constante crecimiento en la capital mexicana.
Aseveró que este negocio es rentable porque las mascotas necesitan ser mejor tratadas y demandan cada vez más atención por su salud y comportamiento, lo cual en muchos hogares es poco posible porque los dueños están fuera gran parte del día.
“En la gente hay mayor conciencia y se preocupa por sus perros”, apuntó Andrés Jannou, quien afirmó que al contratar este tipo de servicios resulta positivo porque “les damos alegría a mitad del día y les borramos esa tristeza de estar solos tanto tiempo”.
Años más tarde, al abarcar otras colonias como Roma, Del Valle, Polanco, Lomas de Chapultepec, Santa Fe y Coyoacán, decidió constituir de manera formal la compañía Walking Dog en 2011 y contratar a personal para hacer las labores de “paseadores”.
Detalló que cada día andan con casi 120 cacharros sobre las calles de la Ciudad de México, pues -argumenta- evitan llevarlos a los parques porque son fuentes de enfermedades.
Cada persona lleva cinco perros a caminar durante una hora. “Esta mecánica de trabajo ayuda a evitar peleas entre tantos animales y, al mismo tiempo, les favorece para ir más cómodos, se distraen, juegan y socializan”, expone.
Aún preocupado sobre las enfermedades y accidentes que pudieran padecer las mascotas en cada paseo, Jannou Frías se acercó a Seguros GMX para buscar la manera de tener un seguro de gastos médicos para los “amigos de cuatro patas”.
De esta forma integró MediPet que también ampara los riesgos y daños causados a un tercero.
Con estos servicios, el emprendedor argentino y sus cinco “paseadores” tocan cada día el timbre de la puerta de sus clientes para después recorrer las calles, jalar correas y dar una vida distinta a los mejores amigos del hombre.
Cuenta que en su país natal es muy común este tipo de trabajo, pero “jamás me había pasado por la cabeza hacer esto y no sé si lo hubiera hecho en aquella época en Buenos Aires”.
En 12 años en México, Andrés pasó de mesero a empresario, ha dado empleo a varias personas que han estado como voluntarios en albergues y ofrece paseos a quienes hayan adoptado o rescatado un perro por 500 pesos semanales -100 pesos menos que la cuota fija- porque reconoce su valentía en dicha causa.
Y se fijó otra meta. Espera lanzar en abril próximo la aplicación de Walking Dog, con la cual contribuirá en el apoyo de perros callejeros mediante la donación de alimento por cada kilómetro recorrido por los “paseadores” e invitará a los usuarios a donar.
Se estima que en México hay más de 23 millones de perros y gatos, de los cuales el 30 por ciento tienen hogar y 70 por ciento -más de 16 millones- están en situación de calle.