La Ciudad de México requiere reformas que impulsen el ordenamiento territorial, con el objeto de ofrecer una mejor calidad de vida a la población mediante un desarrollo metropolitano, que conlleve vivienda digna, principalmente en zonas de alta marginación, aseguró la diputada Eva Lescas Hernández.
En entrevista, la asambleísta del Partido Verde, sostuvo que en la construcción de sociedades más equitativas y sustentables la base es la vivienda, la cual más allá de resolver necesidades básicas para las personas como la protección, seguridad y abrigo, tiene que ver con la formación de familias.
La vicepresidenta de la Comisión de Desarrollo Rural señaló que resulta inadmisible que el país cuente aún con diez millones de personas sin acceso a una casa y, aproximadamente 36 millones en ausencia de una vivienda digna, las cuales viven hacinadas en asentamientos improvisados con materiales y condiciones precarias”.
En este sentido, la legisladora enfatizó que las nuevas alcaldías, deberán considerar en sus planes de desarrollo urbano, el tipo de vivienda sustentable, incluyente, que apoye a la movilidad, que brinde fácil acceso a servicios públicos y fuentes de empleo, y que integre a los grupos vulnerables y aquellos con alguna situación de discapacidad.
Por lo anterior, señaló que a través de la Ley de Vivienda de la Ciudad de México, publicada en enero de este año, se garantiza que los habitantes de la capital tengan acceso a casas dignas, dando respuesta a la demanda que existe en la capital.
“Una vivienda adecuada debe brindar más que cuatro paredes y un techo, debe satisfacer condiciones como: disponibilidad de servicios, materiales, instalaciones e infraestructura; ya que la vivienda no es adecuada si sus ocupantes no tienen agua potable, instalaciones sanitarias, energía, alumbrado y eliminación de residuos sólidos”, insistió.
Lescas Hernández reiteró su compromiso de continuar trabajando intensamente, para crear e impulsar un ordenamiento territorial eficiente y que la falta de regularización de la tierra no sea un impedimento para tener acceso a créditos para la construcción de vivienda o para adquirir una nueva.
“El derecho a la vivienda se ve gravemente afectado cuando no se garantiza al individuo un ambiente que estimule el esparcimiento, la convivencia, interacción y privacidad con quienes comparte su hogar”, concluyó.