A las 23:49 horas un sismo de 8.4 grados Richter causó pánico entre los habitantes de la Ciudad de México. Movimientos oscilatorios provocaron el balanceo de los edificios y, del interior de los departamentos, gritos de terror y pánico nos hicieron recordar el sismo del 85.
Muchos, desde las puertas de sus casas, esperaban encomendados a Dios que el sismo acabara de forma inmediata, sin embargo los minutos parecían horas y los edificios cada segundo parecía moverse con más fuerza, lo que daba la impresión de que el temblor sería interminable.
Los transformadores comenzaron a hacer corto-circuito y el estruendo y la flamas acentuaron el temor de quienes solo podíamos ser espectadores de lo que de inmediato fue calificado como el mas fuerte sismo que se haya registrado en la Ciudad de México.
“¡Este es peor!”, exclamaban quienes conservan en su memoria el drama registrado hace 32 años. Muchos permanecieron dentro de los inmuebles pese a haber escuchado con oportunidad la alerta sísmica, la razón: que el jueves por la tarde ésta había sonado como falsa alarma, lo que provocó el escepticismo de muchos, quienes decidieron permanecer en la comodidad del hogar, para luego desalojar los inmuebles despavoridos.
Reunidos en las calles, los capitalinos comenzaron ha publicar el redes sociales la experiencia vivida. Un helicóptero sobre voló la ciudad y ambulancias y servicios de emergencia comenzaron a atender los reportes de personas con crisis nerviosas, desmayos y torceduras al bajar apresuradamente las escaleras.
En la calle de doctor Duran, esquina con Eje Central, un edificio de 7 pisos fue resguardado por elementos de protección civil por posible daño estructural, luego de que se había reportado erróneamente su derrumbe.
En la esquina de doctor Lucio con doctor Navarro, en la colonia Doctores, un edificio de 14 pisos se separó del cubo de las escaleras, pero a éste no acudieron elementos de protección civil y sus habitantes decidieron ocuparlo luego de haber esperado a las autoridades por más de una hora.
Conforme pasaba el tiempo fluía la información. En Chiapas y Oaxaca se registraron daños de consideración y la Presidencia de la República ordena evacuar las costas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, por riesgo de tsunami. En la Ciudad de México 114 colonias se quedaron sin luz y sin abastecimiento de agua.