La planta incineradora que sin validez legal aprobaron los diputados perredistas en la Asamblea Legislativa, es el negocio del siglo de Mancera, afirmó el coordinador de Morena César Cravioto Romero.
El diputado precisó que el contrato que se entregará a la empresa Veolia ascendería a 109 mil millones de pesos en 30 años, con lo que se obligaría al Metro a contratar a una firma privada para que le brinde el servicio de energía. Y además, con un gravoso sobrecosto.
Veolia, señaló Cravioto Romero, es una empresa para el negocio. No tiene otras actividades, por eso el gobierno pagará la construcción y pondrá las garantías, como también la basura.
Se trata, dijo, de un negocio que Mancera hace con sus cuates, pues incluso se desconoce quiénes están detrás de esta corrupta operación.
Al respecto, el presidente del Comité Estatal de Morena, Martí Batres Guadarrama, denunció que el contrato obligaría a seis administraciones a pagar 109 mil millones de pesos, un monto incluso superior a la deuda del gobierno local.
Batres coincidió con Cravioto en que se impondría al Metro la obligación de pagar un sobrecosto por la energía, pues si en 2016 se destinaron a electricidad mil 400 millones de pesos anuales, con el contrato referido deberán erogarse hasta 2 mil 686 millones. El Metro estaría, así, encadenado sus recursos a una empresa privada, expresó.
El presidente del Comité Estatal de Morena sostuvo que con este negocio, en lugar de promover el reciclaje de basura se incitaría a los capitalinos a producir más desechos para obtener combustible.
Se trata concluyó, de una operación aberrante e inadmisible, es una privatización de la basura, es el Fobaproa de la Ciudad de México, advirtió Martí. Y por si esto fuera poco, agregó, la quema de basura expele elementos cancerígenos y partículas contaminantes.
Por su parte, la activista Maritza Jacott, de la organización Fronteras Comunes y Alianza Global, manifestó que una planta de incineración es inviable porque no se trata de un proyecto limpio, y la Ciudad de México ya padece contaminación a raudales, pues desde que inició el año sólo hemos tenido 10 por ciento de días limpios.
La ecologista dijo que en lugar de quemar ocho toneladas diarias de basura, que es el monto de desechos generados por la ciudad, hay que buscar opciones sustentables que no afecten el medio ambiente.
Ramón Ojeda, de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental, explicó a su vez que en el mundo no existe ninguna planta incineradora ubicada a 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar, pues a medida que aumenta la altura, se hace más difícil el proceso de combustión.
Destacó, asimismo, que pretende instalarse a la planta en un terreno federal. Incluso, dijo, todavía no sanean el Bordo Oniente y ya quieren construir una planta de incineración de basura.
Es una vergüenza, concluyó Ojeda, que Mancera ceda una concesión a una empresa que enfrenta demandas en varias naciones. Se quiere someter el patrimonio público a la rentabilidad empresarial, finalizó.