El Distrito Federal es la entidad que tiene el promedio de escolaridad más alto del país, con 10.5 años, superando en casi dos grados al promedio nacional, a pesar de ello en el nivel medio superior existe una alta deserción.
La diputada del PRD, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Dione Anguiano Flores, dijo lo anterior durante la inauguración de la conferencia magistral “El nivel superior y la oferta educativa en el Distrito Federal”.
Indicó que la educación media superior se ubica en 71 por ciento, lo que supera el medio millón de estudiantes y representa la sexta parte de los estudiantes de licenciatura a nivel nacional.
Por delegaciones, recordó que Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Coyoacán y Cuauhtémoc reportan el mayor promedio es escolaridad que va de 13.5 a 11.3; en tanto las delegaciones Milpa Alta, Iztapalapa y Tláhuac se ubica con el menor promedio de 9.7 a 9.1
En el salón Heberto Castillo del recinto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Anguiano Flores comentó que en el caso del nivel superior, la matrícula más alta se encuentra en el Distrito Federal, además de que cada año 300 mil alumnos son rechazados de las instituciones públicas de educación superior.
Por su parte, Rocío Huerta Cuervo del Centro de Investigación Económico, Administrativo y Social comentó que dada la deficiente oferta educativa media superior, los gobiernos locales deben atender a los jóvenes que son rechazados, aunque en la mayoría de los casos, no están cumpliendo con ese objetivo.
“En el caso del Distrito Federal, existe un modelo exitoso y se convierte en la entidad con mejores condiciones para poder ofertar alternativas de estudio a los jóvenes, esto a través de las preparatorias que se crearon hace algunos años”, precisó.
La especialista explicó que los altos niveles de deserción no sólo tienen que ver con los horarios y carga de materias que dan algunas instituciones como el Conalep o el bachillerato del Instituto Politécnico Nacional (IPN), sino que además incluye el ambiente comunitario, social y familiar. “Si los papas de un joven no tienen preparatoria concluida hay más posibilidades de que abandonen sus estudios”, insistió.