Vecinos Unidos del Centro Histórico de Tlalpan denunciaron la saturación de usos de suelo autorizados para funcionar como centros sociales, culturales y de información, pero que son convertidos en oficinas públicas, privadas, antros y comercios.
Esto propicia el incremento de la población flotante sin poseer una infraestructura urbana, vial y ambiental adecuadas y se aliente “el fenómeno de ‘terciarización’, transformando el suelo habitacional por el de ‘servicios’”.
Como resultado del cierre intermitente que causó un congestionamiento vial de más de dos kilómetros, acudieron representantes de la Jefatura Delegacional y del Gobierno del Distrito Federal (GDF), para ofrecer un diálogo con los vecinos, quienes aceptaron una reunión con el Ejecutivo local, Miguel Ángel Mancera, como mediador, para el próximo miércoles, expresando que la única forma de dejar a un lado sus manifestaciones será el cierre y desalojo de las oficinas en Calvario 61 y Abasolo 105..
Al señalar la lucha particular para lograr el “cierre y desalojo” de las oficinas de la Dirección de Administración de la Delegación Tlalpan, enmascaradas con un uso de suelo para “centro de procesamiento de datos y archivo”, la vocera del movimiento ciudadano, Sara Espíritu Reyes, destacó que los recientes Jefes Delegacionales y la actual, Maricela Contreras, “no ponen el ejemplo para la protección, conservación y defensa de las zonas patrimoniales, sino todo lo contrario, favorecen el crecimiento urbano en forma desmedida, destruyen el paisaje típico y afectan la calidad de vida de sus habitantes”.
Durante la movilización ciudadana en la esquina de Calvario e Insurgentes Sur, a la altura de la estación Fuentes Brotantes del Metrobús, Espíritu Reyes agregó que “la falta de ciudadanización en los actos de gobierno, abusando de la aplicación legislativa y el servicio público, privilegia intereses diversos y no la calidad de vida de sus habitantes”.
En el caso de las oficinas administrativas instaladas inapropiadamente en las calles de Calvario 61 y Abasolo 105, las cuales atienden las funciones informático-administrativas de toda la estructura delegacional, exigieron al Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera —a través de su consigna “Mancera, cierra las oficinas de Maricela”—, que las cierre y las lleve hacia otro lugar periférico.
“La operación de una oficina de procesamiento de datos y archivo con aproximadamente 150 empleados (por turno) para atender las funciones administrativas de la delegación, pero ubicada inapropiadamente en una zona en donde la vocación original de su uso de suelo es habitacional, va a provocar un fuerte impacto urbano, vial, ecológico y ambiental, destruyendo nuestro ya deteriorado patrimonio tangible e intangible, paisaje típico, salud y calidad de vida”.
Los vecinos aseguraron que se están uniendo con otros grupos sociales de la Delegación Tlalpan que, como ellos, son afectados por las malas decisiones de Maricela Contreras, para generar un movimiento que detenga el deterioro de su entorno. Para lo cual, aseguraron, que el nivel de radicalismo de sus acciones se incrementará cada vez más.
Precisamente en la movilización se dieron cita vecinos con otra problemática y quienes brindaron su apoyo como el escritor y periodista René Avilés Fabila, así como quienes luchan en contra de la construcción de la plaza comercial Patio Tlalpan. Avilés Fabila afirmó que cada delegado tlalpense durante los últimos 15 años ha llegado a beneficiarse del cargo, en perjuicio de la tranquilidad de los ciudadanos y del entorno delegacional.
Finalmente, a través de Espíritu Reyes agregaron que “la falta de una aplicación adecuada de las normas jurídico-administrativas, propician una función pública sin certeza jurídica, eficacia y eficiencia en la administración, buen gobierno y procuración de justicia con equidad”. Edmundo Olivares Alcalá