Urge un diseño de una estrategia de Estado que construya ciudadanía, a partir de la garantía de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en México.
El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, dijo lo anterior al participar en el conversatorio con aliados estratégicos de las Organizaciones de la Sociedad Civil
(OSC) que integran la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Así mismo rechazó que el camino sea continuar con programas de gobierno que respondan a temporalidades políticas y apostó por una estrategia mucho más ambiciosa que observe desde ya a “la infancia que queremos tener y no sobre los adultos que queremos ver dentro de 25 años”.
Explicó que más allá de cierto número de años, una estrategia de Estado implicaría además de los programas del Ejecutivo, el quehacer del Poder Legislativo y el Poder Judicial, además de la experiencia de la Sociedad Civil, incluida la academia, en materia de derechos de la infancia, con base en la Convención de los Derechos del Niño, firmada y ratificada en todos sus términos por México.
El objetivo ahora es, dijo, invertir en un sentido amplio y no solamente económico, sino desde el punto de vista de lo que significa la infancia en este momento, para construir con quienes ahora son niñas, niños y adolescentes y continuar en una ruta hacia una infancia mucho más fuerte para los próximos 20 o 50 años.
Adelantó también que la CDHDF trabajará en ese objetivo con las OSC, con la intención de incluir sus propuestas y metas dentro de la agenda prioritaria de derechos humanos para la ciudad y el país, concretamente del diseño de un sistema nacional de protección de los derechos de las niñas y los niños.
Celebró que técnicamente la noción de los derechos de la infancia haya logrado su inclusión en el marco jurídico y continúe colocándose en las discusiones estatales, pero advirtió sobre las experiencias fallidas en materia de la reforma penal del sistema de justicia para adolescentes que resultó contaminada con una visión tutelarista en algunos estados del país.
En ese sentido, subrayó, Organismos como la CDHDF y las OSC tienen ante sí el reto de ponderar adecuadamente y dejar claro a los tomadores de decisiones por qué es fundamental invertir en la infancia, más allá de una partida presupuestal.
“Hay que responder a las ventajas de por qué invertir en la infancia; de invertir en un sentido amplio y no solamente económico, sino desde el punto de vista de lo que significa la infancia en este momento para construir sobre las posibilidades de una infancia mucho más fuerte para los próximos 20 o 50 años”, insistió.