
20 de septiembre de 2017, CDMX.- El día después de una tragedia es el peor. Es cuando el pánico comienza a calmarse y la gente puede ver (y contar) con dolor y desesperación la magnitud de los estragos que han sucedido alrededor suyo. En el caso de México, muchas personas despertaron para escuchar noticias malas: Pérdida de vidas, edificios destruidos, personas desaparecidas, construcciones colapsadas. Videos de niños, hombres y mujeres atrapados bajo los escombros de lo que alguna vez fue su lugar de trabajo, su hogar o su escuela… animales de compañía atrapados o pululando en el desamparo.