MTRA. DELFINA GÓMEZ,
SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA:
+No hay que confundir el populismo y la eficiencia
Walter Gutiérrez
Vaya paquete que tiene con el regreso a clases. Además del coscorrón que le dio el presidente por la carta responsiva, todo me hace suponer que en este trance el ilustrísimo Dr. Hugo López Gatell y compañía la dejaron sola con la Guía operativa para el regreso presencial a clases ciclo escolar 2021-2022.
¿Los niños necesitan regresar a la escuela? Sí, con las clases on line no aprenden; además, vaya que les pesa el encierro en casa y la falta de contacto con sus compañeros.
Pero… Hay otras formas de hacer las cosas.
Comparé su Guía con el Protocolo equivalente implantado en Madrid desde octubre de 2020, pues en esa comunidad ibérica prácticamente todo el ciclo escolar pasado fue presencial.
Allá también se formó un comité de sanidad, con padres y maestros. Claro, los padres no fueron a limpiar el inmueble, ni éste fue vandalizado. Antes del regreso a clases, el personal educativo fue objeto de pruebas aleatorias proporcionadas por el gobierno. (¿Me estás oyendo, Gattel?)
Las medidas de higiene son iguales, sólo que el cubre bocas tricapa es obligatorio para mayores de seis años; nada de pañuelos porque no sirven. Para el cumplimiento de las medidas y sólo para la comunidad madrileña, la autoridad apoyó a las escuelas con 650 mil litros de alcohol en gel y 9.5 millones de mascarillas. Sí, allá tienen más recursos, porque allá todo mundo paga impuestos y no hay obras faraónicas.
La diferencia más relevante que encuentro entre su Guía y el Protocolo es qué hacer en caso de presentarse una situación de riesgo, la cual va de un caso de COVID en un grupo (niño o familiar cercano del niño), un brote controlado (un par de casos por grupo) o un brote no controlado dentro del plantel.
El Protocolo explica claramente qué hacer: a qué autoridad epidemiológica obligadamente dar aviso y qué datos proporcionar para que las autoridades sanitarias hagan el rastreo de contactos estrechos y no estrechos del contagiado. Los formatos son muy claros, con definiciones precisas sobre el riesgo en cuestión, y el confinamiento escala de cuarentena de 10 días para el grupo y, en caso extremo, para toda la escuela.
Es decir, las decisiones a tomar no son discrecionales, ni se limitan a un simple comunicado al centro de salud más cercano como dice la Guía.
Una cosa más, maestra Delfina, sobre acciones a tomar por parte de otras autoridades. Exija un protocolo estricto para el transporte público y el uso obligatorio de cubrebocas en espacios abiertos y cerrados; los contagios no siempre tendrán origen en el aula. En Madrid, la multa por no llevar mascarilla fuera de casa es de 100 euros. No se andan con rollos demagógicos de libertad, cuando está en juego el derecho a la salud de los demás.
Suerte, maestra Delfina, la va a necesitar.
Abuso de cablera
A río revuelto, ganancia de pescadores, es el refrán que aplica la empresa tapatía Megacable. Aprovechando el caos que comienza a imperar en el sector tras polémicas decisiones del Instituto Federal de Telecomunicaciones, decidió aplicar un alza en sus tarifas de hasta el 17%.
En plena crisis económica profundizada por la pandemia y a partir del próximo 1 de septiembre, la cablera incrementará su tarifa mensual a suscriptores. La empresa argumenta que el aumento es resultado de mayores costos operativos; sin embargo, se trata de un incremento desproporcionado, pues el cliente erogará hasta 51 pesos más con respecto a lo que venía pagando.
Megacable da una mala señal; ¿es falta de solidaridad o tiene como premisa abusar de sus clientes?
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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