LIC. ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, SECRETARIO DE GOBERNACIÓN:
"El papel del ciudadano en nuestra democracia no acaba con el voto".
Barak Obama
Una de las muchas cosas que no entiendo de nuestro presidente es su aversión a la sociedad civil organizada (SCO). Le saca ronchas.
Todo el devenir político de Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por su cercanía a la población. Claro, no es lo mismo la masa informe de personas en un mitin, que se exalta ante las arengas del líder, que personas asociadas voluntariamente en busca de mejorar los asuntos que son de su interés dentro de las esferas pública y lo social.
La sociedad civil organizada no es un asunto neoliberal, ni un obstáculo para el gobierno. Es un pilar democrático en tanto fuente de energía social que puede contribuir a mejorar la gobernanza de un país a través de la cooperación en las políticas públicas y la eficacia gubernamental.
Lamentablemente para México, la SCO ha tardado en desarrollarse. Pero ahí vamos. Pongo un ejemplo:
Las organizaciones Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, así como Nosotrxs por la Democracia y DesabastoCero publicaron reportes conjuntos sobre el desabasto de medicamentos, con base en documentos oficiales obtenidos mediante solicitudes de transparencia.
Aun cuando todos podamos reconocer la buena intención del gobierno de combatir la corrupción en la compra de medicamentos, también tendríamos que reconocer la pésima ejecución de tal decisión.
Veamos el caso del IMSS. El Instituto atiende a la mitad de la población y emite al año 227 millones de recetas, de las cuales surtió el 98 por ciento hasta 2018. Al otro dos por ciento, equivalente a cinco millones de recetas no surtidas, se le daba un vale para que lo presentara en alguna farmacia privada y obtuviera el medicamento.
A partir de 2019, todo cambió. En septiembre, el número de recetas no completas se dispara, llegando al punto más alto en enero de 2020 con alrededor de dos millones 200 mil recetas no surtidas ¡en un solo mes! Con variaciones menores, a partir de entonces se ha mantenido la cifra en un millón 900 mil recetas incompletas. Así las cosas, se estima que 2021 será el peor año en abasto con ¡16 millones de recetas no surtidas! Es decir, se ha triplicado la cifra. Y lo mismo ha ocurrido con los vales, con el agravante de que solo el 24 por ciento se han surtido y, por tanto, dejan de ser una alternativa.
¿Cómo se llegó a estas cifras? Resulta que los subsistemas de salud en México monitorean las medicinas faltantes. No son ideales los mecanismos, pero dan un panorama de lo que batallan para brindar salud.
Estas cifras tan alarmantes son solo del IMSS; habría que agregar las del ISSSTE, INSABI y demás subsistemas de salud.
Ahora le voy a dar un dato desolador:
Pese a los millones de recetas no surtidas, en 2019 apenas se presentaron, en números redondos, 10 mil quejas y en 2020 otras 14 mil. Algo así como el uno por ciento o menos. Eso significa que la inmensa mayoría de los derechohabientes se aguanta porque no están acostumbrados a exigir sus derechos.
Aquí es donde entra la sociedad civil organizada:
Es a través de estos colectivos y agrupaciones que la voz del individuo y de la enorme cantidad de afectados se puede oír. Critican, claro; exigen, por supuesto; lo hacen con datos y dentro de la legalidad.
Este gobierno, cualquier gobierno, debiera acercarse a la SCO si es tan democrático como lo afirma, porque una democracia y una nación son más fuertes en tanto la sociedad civil organizada sea más vigorosa.
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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