MEXICANOS CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD:
"La corrupción es inherente a todo gobierno sin control de la opinión pública": L.H. Edler von Mises
Finalmente, el gobierno morenista no pudo seguir fingiendo demencia sobre los malos manejos de Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX), la dependencia que sustituyó a CONASUPO, en el reporte que presentó el domingo pasado:
El organismo no pudo acreditar dónde fueron a parar cinco mil 640 millones de pesos, señaló la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su reporte del año 2020.
No es sopresa, pues en agosto de 2020, Mexicanos con la Corrupción y la Impunidad dio a conocer una investigaciónque echaba luz sobre los oscuros manejos de la agencia gubernamental, particularmente en lo relativo a la comercialización de leche en polvo por parte de LICONSA, una de sus subsidiarias. Al día de hoy, la ASF confirma la denuncia de entonces.
Sigo sin entender por qué el inquilino de Palacio les tiene tanta tirria. Si les hubiera hecho caso tomando cartas en el asunto, se hubiera ahorrado el bochornoso reporte de la ASF.
Celebro que haya organizaciones de a sociedad civil como MCCI. Ahora les quiero comentar sobre el “dinero chiquito”; o sea, el dinero en mano. Como ustedes saben, esta práctica ha sido muy común en el actual gobierno morenista; según la versión oficial se trata de evitar intermediarios y, por ende, la corrupción. Como sea, la ASF ya encontró algunos huecos.
La Auditoría no los ha clasificado como delitos todavía; de hecho, los ha dejado a nivel de observaciones. Pero simplemente que no hay manera de comprobar el buen o mal uso de los recursos públicos y que provienen de los impuestos ciudadanos.
Por ejemplo, en el caso del programa “Bienestar de las personas en situación de emergencia social y natural”, la ASF encontró que se otorgaron 13 mil 39 créditos por un monto promedio de 10 mil pesos cada uno. No es mucho, pero si lo multiplicamos, nos da 130 millones de pesos.
Los dineros se distribuyeron a través del nuevo Banco del Bienestar y el problema es que el otorgamiento de dichos créditos es de lo más irregular: no hay un solo papel que verifique cuál es la emergencia sufrida por el solicitante, ni que se cumplieran con las reglas establecidas por el Comité Técnico.
Me queda claro que el Banco del Bienestar no tiene antecedentes en el otorgamiento de créditos, pues hasta hace poco era BANSEFI, una institución básicamente de ahorro. La pregunta es: ¿por qué el gobierno encargó al nuevo banco llevar a cabo tareas para las que no cuenta con la infraestructura y los procedimientos necesarios.
El programa de “Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores” tiene huecos menores en monto económico, pero más sospechosos. Por ejemplo, se entregaron 10 millones de pesos a dos mil 55 personas… ¡muertas! Otros 22 millones se repartieron entre personas no identificables, pues no se anotó la CURP de los “beneficiarios”.
Por lo que hace al programa “Sembrando Vida”, dedicado a población rural marginada, se distribuyeron 243.8 millones de pesos entre 18 mil 538 personas, sin que medie ningún papelito firmado de recibido. Otros 565 millones fueron a parar en 19 mil 743 personas, pero nada demuestra que a los beneficiarios los hayan ocupado en lo que es el objetivo del programa; o sea, falta de control. Otros apoyos no justificados ascienden a 81 millones.
Los dineros aquí referidos y que andan volando ascienden a mil 51 millones de pesos, que difícilmente serán comprobados, mucho menos recuperados.
Me pregunto qué hacen los Órganos de Control Interno de cada dependencia y programa, porque cada año es la misma historia.
Los gobiernos de este país no cambian.
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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