LIC. TATIANA CLOUTHIER, SECRETARIA DE ECONOMÍA:
"Hay también quienes, más que migrar, huyen": Los migrantes que no Importan
Las insolentes indiscreciones de Donald Trump, relativas a la forma en que México accedió a realizar el trabajo sucio de contención de migrantes, ocasionaron que se reforzara la atención sobre el tema de la migración y sus muchas ramificaciones.
Para actualizar los números del fenómeno migratorio y el drama del papel que México se ve obligado a representar, vale señalar que en este primer trimestre de 2022 (T1-2022) nuestro país tuvo el poco honroso logro de aumentar en 89 por ciento el número de detenciones de migrantes extranjeros, con respecto al mismo período de 2021.
Esto significa que la Guardia Nacional detuvo a 77 mil migrantes extranjeros el T1-2022. Remarco el término “extranjeros”, porque, aunque a primera vista pareciera una obviedad que los que atraviesan el país son centroamericanos en su gran mayoría, lo cierto es que también vemos un fenómeno preocupante: por primera vez en lo que va del siglo XXI crece sostenidamente el número de mexicanos que migran hacia Estados Unidos.
Desde luego, en las mañaneras no se menciona la reactivación de la migración mexicana porque, entre otras razones, es silenciosa, sin caravanas espectaculares. Pero es real.
Durante el T1-2022, la captura de mexicanos por autoridades estadounidenses aumentó 50 por ciento; me refiero a que las detenciones pasaron de 147 mil en el T1-2021, a 220 mil en el mismo período de 2022. Tan solo en el último marzo 87 mil mexicanos fueron detenidos por intentar pasar ilegalmente “al otro lado”, cifra mensual inédita en lo que va del siglo.
Especialistas señalan que por cada captura existe un número incierto de mexicanos que sí lograron cruzar la frontera. No obstante, se estima que en el T1-2022, un mínimo de 400 mil mexicanos se vieron obligados a dejar el maravilloso país descrito por la Cuarta Transformación… Al final del año podrían ser un millón de mexicanos abandonando sus familias.
Para dimensionar el problema, vale recordar que en lo que va del siglo y hasta 2019, se había alcanzado la “migración cero”; es decir, una situación en la que el número de mexicanos que regresan de EUA a México es similar al número que se van de México a EUA. Tal condición ha llegado a su fin; es un hecho que se ha reactivado la migración mexicana y que esta coincide con el sexenio de la 4T.
¿Por qué se van los mexicanos si, según el presidente, son felices y la 4T es, cuasi, la panacea…? La respuesta es obvia: porque en los últimos tres primeros la economía ha decrecido y porque no hay trabajo. La nula voluntad para apoyar a las PYMES ante los estragos de la pandemia, se tradujo en la pérdida de pequeños negocios y de empleos.
A lo anterior cabe agregar la violencia criminal creciendo de forma incontrolable junto con la impunidad, que obligan a pueblos enteros de Sinaloa, Sonora, Chihuahua. Zacatecas, Coahuila, Guerrero, Michoacán, entre otros estados, a desplazarse hacia el vecino país.
Andrés Manuel López Obrador podrá tener mucha popularidad, pero la misma masa de personas que lo apoyan, reconocen que su gobierno falla en muchos rubros: la gente expresa que los principales problemas nacionales son la inseguridad y la economía. Pero el discurso redentor de AMLO no se ocupa de eso. Insiste en que el gran cáncer es la corrupción, ocultando la gravedad de los problemas que angustian a la población.
La reactivación del drama de la migración mexicana es solo un botón de muestra de que la realidad rebasó la narrativa triunfalista de la 4T.
Podrá AMLO festinar que ahora hay remesas récord y demás artilugios para esconder la realidad, pero los problemas seguirán agudizándose.
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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