DR. MARCELO EBRARD,CANCILLER DE MÉXICO:
"Al buen entendedor, pocas palabras": Refrán popular
Como usted sabe, a fines de mayo, la agencia antidrogas de EUA, mejor conocida como la DEA, difundió un poster con los rostros de los principales líderes de cártel de Sinaloa. Su singularidad estriba en que se trató de un impreso, anunciando una jugosa recompensa. Los entendidos en el combate binacional a las drogas, lo tomaron como una señal del disgusto del gobierno del vecino país hacia la estrategia de seguridad de la 4T y que tan ardientemente defiende nuestro presidente.
Tal cambio “comunicacional” de la DEA habría sido una reacción a dos factores. Primero, el cártel de Sinaloa es el menos contrarrestado desde que la 4T está en el poder. Segundo, por la orden girada por Andrés Manuel López Obrador en el sentido de suspender las operaciones de una unidad de élite mexicana que llevaba más de dos décadas trabajando de la mano con la DEA. Justificó la medida aduciendo que la DEA fabricaba culpables, sin mencionar ningún caso específico.
En paralelo, AMLO pasó reformas a la Ley de Seguridad Nacional mediante las cuales se obliga a los agentes extranjeros a dar santo y seña de sus datos tanto a la Secretaría de Relaciones Exteriores y su acreditación será posible solo cuando cuenten con el beneplácito de SEMAR, SEDENA y la Secretaría de Seguridad Pública.
O sea, todo mundo se iba a enterar de quiénes eran y dónde estaban. Cualquiera imagina la reacción de los senadores estadounidenses ante tal medida.
A su vez, la orden presidencial habría sido resultado del enojo por la detención del general Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa, pues en EUA se abrió una investigación en su contra por supuesta colusión con algún cártel. El general fue enviado a México, donde fue exhonerado.
Más allá de hechos puntuales, lo cierto es que cada país tiene preocupaciones distintas. Del lado mexicano, está el tráfico de armas y el interés se centra en una prevención que dará frutos en el mediano plazo.
En cambio, el gobierno norteamericano ve con severa preocupación varios elementos alrededor del crimen organizado (CO) en México: los homicidios dolosos no descienden significativamente; la intervención del narco en las elecciones; la persistente corrupción; la fragmentación de los cárteles; la falta de operativos a gran escala y, en consecuencia, de detenciones de capos relevantes; y la rápida reinstalación de laboratorios clandestinos, entre otros.
En síntesis, no ven -y nosotros tampoco- que la estrategia de “abrazos, no balazos” esté funcionando en el corto plazo, y tampoco el Entendimiento Bicentenario, firmado en octubre de 2021.
Así pues, nada nos debe extrañar el reciente Informe del Congreso titulado México, Crimen Organizado y Organizaciones de Tráfico de Drogas (junio 7, 2022). Nada más le paso unas cuantas líneas que dan cuenta de la gravedad con la que el Congreso de EUA percibe la situación.
“La violencia relacionada con las organizaciones trasnacionales del crimen organizado (TCO) afecta los intereses individuales y comerciales de EUA, así como la estabilidad de las instituciones gubernamentales mexicanas.
“A pesar del esfuerzo continuo, incluyendo una sustancial ayuda estadounidense, las TCO mexicanas siguen siendo difíciles de suprimir. Así pues, la evolución de las TCO prevalece como una seria preocupación para los legisladores estadounidenses.
“(…) Funcionarios del gobierno de López Obrador enfrentan acusaciones sobre supuesta corrupción, lo mismo que miembros de su partido y las fuerzas policíacas.”
El reporte congresional hace referencia a muchos aspectos que han sido ampliamente ventilados en los medios de comunicación y ONGs de México. La diferencia está en que nosotros ya casi nos acostumbramos, mientras que para los ojos de un ciudadano que respeto al Estado de Derecho, los datos y los hechos son intragables. Qué mal…
Y concluye el reporte:
“La cooperación entre EUA y México para tareas de seguridad (law enforcement) está en el nivel más bajo de los últimos 15 años.”
Lo que no acabo de entender de AMLO es que, sabiendo que su política antinarco es percibida como una amenaza a los intereses de EUA, todavía le pone piedritas en el camino al gobierno vecino con la Cumbre de las Américas, las violaciones al T-MEC y la aplicación de facto de la contrarreforma energética.
Al presidente López Obrador le gusta aplastar a los adversarios. ¿Habrá que recordar que los gringos saben y tienen con qué aplastar todavía más fuerte..?
Investigación: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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