LIC. MARIO DELGADO, PRESIDENTE DE MORENA:
·Los legisladores necesitan, ciertamente, una clase de moral": Simón Bolívar
Hace casi cinco meses, usted declaró: “El presidente ha dicho que vivimos una etapa diferente, donde ya no hay tapados. (…) Quien aspire, debe tener la posibilidad de decirlo abiertamente, sin ningún tapujo, (…) porque la gente va a decidir.”
Ciertamente es una etapa diferente; a muchos nos sorprendió el destape que hizo el presidente López Obrador de tres aspirantes a la candidatura a la Presidencia bajo el manto de MORENA, siendo que el cuarto año de gobierno, es cuando un mandatario está en la cúspide de su poder.
Ahora, una cosa es proclamar que se quiere competir por la candidatura y otra distinta es lanzarse de lleno a una preprecampaña.
Desde antes de este hecho, en la rumorología política se comentaba la preferencia de AMLO hacia Claudia Sheinbaum y que Marcelo Ebrard era algo así como el plan B, quedando en duda la letra que correspondería a Adán Augusto López.
De pronto empezaron a proliferar las bardas con la imagen de Sheinbaum y el slogan: “#EsClaudia”. Algo así como el “no se hagan bolas” que alguna vez profirió Carlos Salinas en relación con la candidatura de Luis Donaldo Colosio, cuando Manuel Camacho empezó a hacerle sombra.
Tan solo en la CDMX y también para el mes de junio, se tenía la meta de pintar 300 bardas promocionales de Sheinbaum, “pagadas” por funcionarios de las alcaldías morenistas, según lo informó el contratista encargado. El costo aproximado fue de medio millón de pesos solo por la rotulación, aparte debió de pagarse la renta del espacio. En Guadalajara y otras ciudades del país ocurrió algo similar, así que vaya sumando los milloncitos que costó la “espontaneidad” de los funcionarios morenistas.
Cuando la oposición interpuso una denuncia ante el INE por actos anticipados de campaña, Sheinbaum se declaró ¡sorperendida!. “Yo me enteré de (las bardas) de la manera que se enteraron ustedes, los medios de comunicación. No tenía conocimiento de estas pintas. (…) La oposición ya debería dedicarse a otra cosa, nada más se la pasa quejando.”
A partir de ahí vino la canción –“Es Claudia, la más cercana a Andrés Manuel”-, las giras por todo el país so pretexto de la firma de convenios, conferencias y lo que se les pueda ocurrir, con montones de camisetas para los fans.
Marcelo Ebrard parece orientar más sus esfuerzos a las redes sociales, particularmente en TikTok, donde por lo menos tiene la gracia de ser más desenfadado y hasta de bularse un poco de sí mismo. Se ve más que menos hábil cuando mezcla una frase de fondo con alguna animación, llamémosle juvenil. Desde luego y al grito de “Con Marcelo sí”, hay reuniones con o sin Ebrard en distintas ciudades. Las camisetas y las gorras son inflatables.
Adán Augusto López nada más no acaba de armar una buena pre-precampaña, ni seria, ni juvenil, ni con mensaje, aunque el esfuerzo ahí está. No incluyo a Ricardo Monreal en esta relatoría porque me queda claro que AMLO no lo quiere en la lista; por cierto, sin que sea un análisis profundo su pre-precampaña me parece la más balanceada.
Así que con mayor o menor éxito, las corcholatas van tras la postulación; cuánto ha invertido cada uno, no lo sé. Lo que sí sé de cierto es que se necesita un buen billete para fondear cada pre-precampaña. Ni modo, don Mario, todo tiene un costo: el concepto, la estragegia, el lema, el manual de imagen, las canciones, los pre-test, la producción de todos los materiales y, desde luego, el acarreo.
También sé de cierto que las corcholatas están infringiendo la actual ley electoral, aunque imagino que no les preocupa por dos razones.
Primera, porque tienen la bendición del inquilino de Palacio y ya sabemos que no le gusta que uno le recuerde que “la ley es la ley”.
Segunda, porque de aprobarse la Reforma Electoral, con la mano en la cintura los legisladores morenistas podrían eliminar las limitaciones para los actos anticipados de campaña. En el peor de los casos, los ajustes a la ley serán tantos y llevarán tantas discusiones, que nadie se va a acordar de las violaciones perpetradas por las corcholatas. Como sea, los tres aspirantes quedarían limpios de toda culpa.
Todo lo que aquí le he planteado, confirma lo que expresé en este espacio hace dos días: el signo de la casa morenista es el agandalle y es una razón más para marchar el domingo en defensa del INE y de nuestra actual ley electoral.
Leopoldo Mendívil
Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
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