México: cárteles, secuestros y soberanía

DR. MARCELO EBRARD, CANCILLER DE MÉXICO:
"Éramos muchos y parió la abuela": Refrán popular

Normalmente, el inquilino de Palacio se maneja a gusto en medio de un conflicto, sobre todo si él los provoca. En la mañanera del lunes se le vio tranquilo al responder las preguntas sobre la resolución propuesta por un par de congresistas republicanos, de catalogar a los cárteles de la droga como terroristas. López Obrador la calificó como “un acto propagandístico” con miras al proceso electoral 2024 en Estados Unidos.

Hábil, como es con la posverdad, AMLO afirmó que “el día 27 de febrero, presentó el Departamento de Estado de EUA al Congreso su informe sobre terrorismo; dio a conocer que no hay en México ninguna vinculación con grupos terroristas y que la cooperación en este tema es buena entre los gobiernos.”

La petición de los republicanos va en otro sentido, pues se refiere a la crisis del fentanilo en EUA. Para los congresistas, los 107 mil muertos por sobredosis ya es un asunto de seguridad nacional y, por lo mismo, supondría la autorización al gobierno de EUA de acciones extraterritoriales, “combatir, atacar, resistir y limitar la influencia” de los narcotraficantes.

 

Propaganda o no de parte de los congresistas, no es la primera llamada de atención hacia el problema bilateral; algo similar expresaron en octubre del año pasado. Más recientemente, la directora de la DEA, Anne Milgram, declaró que “México tiene que hacer más. (…) Estos dos cárteles, el de Sinaloa y el de Jalisco, dominan la cadena de suministro global de fentanilo” (15/02/23). En el mismo sentido se pronunciaron 21 fiscales, un par de gobernadores y, el más duro, el ex fiscal de la administración Trump, William Barr. Aún más, el tema también fue abordado por el presidente Joe Biden durante la Cumbre de Líderes de Norteamérica de enero pasado.

En esas estábamos cuando cuatro estadounidenses fueron objeto de un “levantón”, en medio de una balacera con duración de 30 minutos, el sábado pasado en Matamoros, Tamaulipas. Y aquí es donde uno se pregunta qué tipo de información le brindan al presidente en materia de seguridad.

Desde la noche del domingo, el FBI lanzó una alerta de localización; unas cuantas horas después, Karine Jean Pierre, vocera de la Casa Blanca, calificó el suceso como “inaceptable”. Suponemos que fue hasta entonces que el presidente mexicano se dio cuenta de la gravedad del caso. ¡48 horas después del suceso!

Y es de suponer que lo mismo le ocurrió al gobernador morenista de Tamaulipas, Américo Villarreal. Total, las balaceras y los muertos en esa entidad son cosa de todos los días…

Ayer, martes, durante la mañanera, el tono de López Obrador cambió radicalmente, planteando la absoluta cooperación entre las autoridades de ambos países. “Se va a resolver,” afirmó con inusitada calma y hasta puso al habla a don Américo, para que brindara palabras alentadoras.

En un país donde la gente desaparece con harta frecuencia y facilidad, los estadounidenses fueron localizados con asombrosa rapidez el martes mismo y, para la tarde, los dos supervivientes fueron trasladados a su país. Al momento de escribir estas líneas, la versión oficial es que los narcos confundieron a los estadounidenses con “polleros” haitianos.

Pero como “Jalisco nunca pierde”, AMLO se quejó de la amplia cobertura que las cadenas estadounidenses de TV abierta hicieron del suceso, criticando que no ocurre lo mismo cuando en EUA se ha matado a mexicanos. Yo supongo que no es a los gringos a quienes les corresponde indignarse por las muertes de nuestros connacionales, sino al gobierno de México, pero en fin…

El gobierno de la 4T tiene muchos frentes abiertos con EUA: el narco, el fentanilo, la ley eléctrica, el maíz trangénico y la migración. La última preocupación de EUA es la inestabilidad que podría generar en México el Plan B. En este tenso contexto ocurre el ataque a los cuatro estadounidenses.

En México se ha dicho que la resolución propuesta por los congresistas supone la posibilidad de una invasión a nuestro territorio. Sin embargo, en EUA otras voces indican que se trata de que las autoridades de este país tengan mayores posibilidades para recopilar información de inteligencia en nuestro territorio y lo hagan en cooperación con México.

Pase o no la resolución en el Congreso estadounidense, a estas alturas veo a nuestro gobierno con poca capacidad de maniobra para resistirse a una mayor cooperación binacional, pues, como dice el ex fiscal Barr, México considera injerencista tal cooperación y siente que perdería soberanía, siendo que ya la está perdiendo frente a los cárteles que dominan gran parte del territorio mexicano.

O sea, que estamos fregados…

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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