El bodrio, el departamentito y China

DR. MARCELO EBRARD, CANCILLER DE MÉXICO:
"La diplomacia es el arte de conseguir que los demás hagan con gusto lo que uno desea que hagan": Richard Wathely

 Dado que en los últimos días el inquilino de Palacio Nacional se “amuinó” con Estados Unidos, me di a la tarea de ver qué tan grave es el asunto. Ya usted corregirá mis apreciaciones.

De una parte, está el reporte sobre Derechos Humanos entregado al Congreso de EUA como parte de las obligaciones del Departamento de Estado, el “departamentito” lo calificó el presidente… Como decía, el reporte abarca diversas naciones, entre ellos, México y sirve al Congreso para normar su criterio sobre las relaciones internacionales de EUA y los apoyos económicos que otorgará a distintos países.

Como lo mencioné en este espacio el lunes pasado, el reporte -al cual el presidente se refirió como un “bodrio”- sólo incluye datos públicos sobre los derechos humanos en un amplio sentido, que van desde el empleo, la salud y la seguridad, hasta el estado de Derecho. Cuando lo revisé, me pareció una síntesis informativa de esas que uno lee todos los días; nada que no sepamos, ni que sea mentira. Ahora, que no nos guste la imagen en el espejo, esa es otra historia. 

Uno pensaría que, si es dinero de los contribuyentes, los congresistas estadounidenses tienen derecho a saber cómo anda la situación en las naciones receptoras, ¿no cree usted?

De otra parte, está la comparecencia del secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, ante el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de EUA (22/03/23).

De lo divulgado por los medios nacionales, mi impresión es que Blinken se refirió a la relación bilateral en buenos términos por lo que hace a la lucha contra el narcotráfico y las incautaciones logradas en nuestro país. De hecho, acotó la posición del rabioso senador Lindsay Graham, pues si bien Blinken no se negó a declarar como terroristas a las bandas del narco, también insistió en que el problema debe abordarse “en espectro completo”, empezando por disminuir la demanda.

Al ver que la comparecencia causó revuelo en nuestro país, la busqué en varios medios estadounidenses importantes y pues no, allá no fue noticia relevante, mucho menos vinculada a nuestro país. Por ejemplo y sobre México, The Washington Post trae la nota sobre la muerte de “El chueco”, la disminución de la población de las mariposas Monarca y la derrota de la selección mexicana en el Campeonato Mundial de Béisbol. Por ahí andan otros medios de similar peso.

Así que, de plano, busqué la comparecencia, durante la cual se abordó la situación de Irán, Emiratos Árabes, Europa, países africanos y… México. Por mucho, el interés de EUA está centrado en Ucrania, Rusia y China, máxime con la reciente visita de Xi Yiping, presidente de esta última Nación a Moscú.

Creo que ahí encontré un factor relevante que agita las relaciones bilaterales, pero usted corríjame: el papel de China y su vinculación con México.

Como es público, de ese país oriental vienen los precursores para la producción de fentanilo. Más aún, los narcos están importando otras sustancias todavía legales que son tanto o más riesgosas que la droga de moda. “Politiquería” o no, el narco y el fentanilo son un serio problema para EUA y México desde el punto de vista de salud pública, lavado de dinero y seguridad pública. Peor todavía, en nuestro país el narco es un poder alterno y, por tanto, de seguridad nacional.

Aunado a lo anterior está el tema de las relaciones comerciales. El estudio “Evolución de la Relación Comercial de México con Estados Unidos y China, 1993-2020” (Liu, X. y Covarrubias G. UNAM, 2021) indica que las exportaciones mexicanas a EUA crecieron a un ritmo promedio de ocho por ciento desde la entrada en vigor del TLCAN, hoy T-MEC. Sin embargo, las exportaciones de China a nuestro país han crecido 21.5 por ciento en promedio anual y eso supongo que no es buena noticia para nuestros vecinos porque los hace doblemente dependientes de insumos chinos básicos.

Dado lo anterior y que la pandemia puso en jaque las cadenas de producción, las empresas estadounidenses buscan la relocalización de sus plantas y ven en México un lugar conveniente. Sin embargo, necesitan un ambiente amable de recepción, ¿no cree?

Sumados estos factores de producción, de geopolítica y de narco, China es, como dijo uno de los legisladores, “el reto del siglo”. Y México está en medio de toda esta maraña como para todavía hacer más grande el problema.

Ya usted me dirá en qué bando nos conviene ubicarnos.

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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