¿Dónde está Andrés?

LIC. ADÁN AGUSTO LÓPEZ, SECRETARIO DE GOBERNACIÓN:
"CRISIS: Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o situación": Real Academia de la Lengua

Los que me distinguen leyendo mi columna, saben que he sido crítico de Andrés Manuel López Obrador desde que se convirtió en figura nacional, a fines de los 90s. No coincido con su forma de entender la política a partir de la generación de conflictos, ni con sus posicionamientos tan parecidos a los tiempos de don Luis Echeverría. Ahora en la Presidencia las discrepancias son todavía mayores, tanto de fondo como de forma.

Me atrevo a pensar que muchos de mis colegas, al igual que analistas y ciudadanos, están en la misma circunstancia, pero no por ello deseamos al presidente un daño severo en su salud. Además, en mi caso, por la sencilla razón de que no le conviene al país. La mayoría votó por AMLO y así es la democracia; ahora que termine su mandato. 

Vaya esta introducción por su calificación de “malquerientes” y “de corazón podrido” a quienes se preguntaban sobre la veracidad de la infinidad de rumores que corrieron a partir de la cancelación de la gira de supervisión del Tren Maya el pasado fin de semana.

Suponiendo que, efectivamente, el presidente sufra de su tercer contagio de COVID, ello solo confirma el pésimo –sí, pésimo- manejo de una circunstancia que ha mantenido al país en vilo.

Mire, don Adán, los rumores pudieron evitarse si alguien del equipo de Palacio Nacional tuviera una noción básica de manejo de crisis. Cuando impartía cursos sobre esa temática, lo primero que les decía a los participantes era: “La pregunta no es si va a llegar una crisis, porque de seguro que lo hará; la pregunta es cuándo. Así que piensen cuál es la más probable.”

Alguien en el equipo del presidente debió prever que en algún momento algo pudiera ocurrir al presidente, máxime con el historial médico que se carga y una pandemia prevaleciente. Lamentablemente y por lo visto, en Palacio Nacional no cuentan con un protocolo que indique quién hace qué y quién comunica qué. Ello quedó evidenciado cuando el vocero Jesús Ramírez Cuevas desmintió –erróneamente- a El Universal que la gira por Yucatán se había cancelado, dos horas después de que así ocurrió. Primer error: nadie avisó a Ramírez de lo sucedido, siendo el vocero oficial.

No fueron “los malquerientes” los que dieron pie al surgimiento de rumores de todo tipo sobre la condición del presidente, sino el silencio sepulcral por parte del gobierno a partir de la suspensión de la gira. ¿Nadie consideró que en la era digital las redes sociales se mueven a la velocidad de la luz con información, ya sea cierta o falsa?

Nada más le cuento que me compartieron un mensaje con la bitácora de vuelos del avión ANX-207, supuestamente de la Marina, el cual habría viajado de Yucatán a Georgia, EUA, donde se encuentra uno de los mejores hospitales para neurología y neurocirugía. Segundo error: cero contención de daños.

Los errores subsiguientes podrían englobarse como “señales cruzadas”. Aquí vamos con el cuarto error: en vez de realizar una mañanera común y corriente, vamos, hasta aburrida, para mandar el mensaje de que todo era “business as usual”, acudieron 18 funcionarios de primer nivel. ¿Necesitaba usted algún respaldo porque ahora va a estar al mando?

Dicen usted y el doctor Jorge Alcocer que AMLO está bien, hasta animado. Por su parte, la señora Beatriz Gutiérrez Müeller estuvo ayer muy tranquila en Tamulté de las Sabanas, Tabasco, en compañía del canciller Marcelo Ebrard, para el evento “Fandangos de la Lectura”. Señal de que todo está en orden. Pero como ya nos han mentido acerca de las enfermedades del presidente, pues le pregunto: ¿Y el video al que nos tiene acostumbrados don Andrés cuando ha enfermado? Quinto error y contando.

Ahora bien, si se espera la pronta reincorporación de AMLO al trabajo, ¿por qué se canceló la reunión sobre agroalimentos a celebrarse en mayo? Sexto error.

En contradicción con lo anterior, los medios informan que los gobernadores emanados de MORENA han sido citados para hoy en Palacio Nacional y, hasta donde se sabe, no era un reunión planeada. Eso se parecería a una convocatoria para cerrar filas alrededor de quien quede a cargo. Séptimo error.

Ya para terminar, le comento cómo terminaba mis cursos de manejo de crisis: “¿Qué no hacer en una crisis? Dejar correr el tiempo, minimizar la crisis y sus impactos, repartir culpas y dejar de lado la comunicación.”

Haga usted el balance.

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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