LONDRES.- José Mourinho cree que lo único que importa en el fútbol es ganar y que los entrenadores que defienden un juego bonito basado en la posesión y rechazan una fuerte defensa y un contraataque letal son "estúpidos".
El Chelsea de Mourinho fue descrito en numerosas ocasiones la temporada pasada como un equipo aburrido pese a su incuestionable dominio en la Liga Premier.
El club del oeste de Londres terminó con ocho puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, el Manchester City, y perdió solo tres partidos, con una diferencia de goles de más 41, solo segundo detrás del conjunto ciudadano.
Una nueva generación de entrenadores como Brendan Rodgers en el Liverpool y Roberto Martínez en el Everton han recibido alabanzas en los últimos años por intentar jugar un fútbol estiloso de ataque.
Los puristas argumentan que el Arsenal hace un fútbol más excitante y que el City marca más tantos, pero Mourinho será definido siempre como un ganador.
"Cuando la gente habla de una nueva generación de entrenadores, ¿qué es una nueva generación? La generación será siempre la de los que ganan", afirmó el portugués al diario The Sunday Times.
"Y los que ganan de vez en cuando o nunca serán siempre otra cosa", agregó.
Mourinho ha convertido la victoria en su mantra.
Con ocho títulos ligueros, siete copas locales, una copa de la UEFA y dos Ligas de Campeones, Mourinho se ha inclinado siempre más por la sustancia que por el estilo.
"Hay personas que tuvieron una idea, una filosofía y quieren crear algo así como 'construimos muy bien desde atrás, tenemos una posesión de balón muy buena y no jugamos al contraataque'", agregó el técnico de 52 años.
"Pero si no juegas al contraataque es porque eres estúpido. El contraataque es una parte fantástica del fútbol, una munición que, cuando encuentras a tu rival desequilibrado, te aporta un momento fantástico para anotar un gol", señaló.
"Así que creo que esa gente está creando (ilusiones) y ha influido a la opinión pública. Pero el fútbol no cambiará nunca. El fútbol es ganar", agregó.