El futbol español vivirá su versión del tradicional Boxing Day de la liga inglesa. Inspirado en los juegos que disputa la Premier League un día después de Navidad, la liga española decidió revivir —25 años después y a petición de Vicente del Bosque— una jornada en
pleno ocaso del 2015.
No obstante, el balompié ibérico se enfrenta a las contradicciones de un modelo que no está arraigado en la afición, a logísticas que obstaculizan la asistencia a los partidos, la disparidad entre los precios de los boletos de los equipos y la falta de tradición, en un evento que tiene más de un siglo de realizarse en Inglaterra.
La jornada de fin de año revela contrariedades como el que ocho de los 10 equipos que jugarán de local mantuvieron o incrementaron los precios de las entradas. Un boleto para el Boxing Day español costará —en promedio— 36.9% más que para un partido de cualquier otra fecha, a excepción de los clásicos regionales o las visitas de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.
Javier Tebas, presidente de la Liga de Futbol Profesional de España (LFP), argumentó que replicar el famoso Boxing Day de la Premier League de Inglaterra significaría mejores entradas a los estadios, ingresos y la oportunidad de presentarse como la única oferta de futbol estelar de la época, ante la pausa invernal que hacen casi todos los torneos.
Cifras de la Premier League de Inglaterra indican que la asistencia a los partidos del 26 de diciembre alcanza niveles de 98% del aforo total de los estadios, lo que significa un incremento respecto de la media de asistencia de los partidos durante el resto del torneo, que alcanza 95 por ciento.
Hace unos meses, cuando se aprobó que la jornada 17 se juegue en pleno fin de año, Javier Tebas hizo el anuncio como el inicio de un evento que se convertiría en una tradición del futbol español. “Esperamos que sea un triunfo, que no sea la primera vez que se juega en Navidad y que no sea la última”, dijo para entonces el presidente del futbol español.
Sin embargo, algunos aficionados se han expresado en foros y redes sociales en contra de los partidos, calificando el suceso como una medida mercadológica y han rebautizado la jornada como Bodrio Day.
Los reclamos provienen por el incremento a los precios de los boletos, por ejemplo: Barcelona tendrá un precio promedio de 138.3 euros para el partido con Real Betis, 32 euros más que para el encuentro de la jornada 19 frente a Granada, que tendrá un costo de 106.3 euros.
Aunque con precios más accesibles, Villarreal realizó el incremento, en proporción, más alto para la jornada de fin de año, ya que sus boletos pasaron de tener un precio promedio de 25 euros a cotizarse en 66.2 euros para recibir a Valencia, en el único partido que se disputará el 31 de diciembre del 2015. Levante y Rayo Vallecano aumentaron sus precios en 5 euros, mientras que Celta de Vigo hizo un ajuste de 2 euros.
Otro de los factores que reclamaron los aficionados fueron los horarios de los juegos, en plena jornada y día laboral, ya que la fecha 17 iniciará desde las 4 de la tarde.
Sólo Real Madrid y Sevilla respondieron a la petición del presidente de la Liga, de vivir una jornada en favor de la afición, por lo que ambos equipos redujeron sus precios en 13 y 11 euros, respectivamente.
Para la Liga no representará gasto adicional la jornada de fin de año, cuando hace un par de temporadas estimaron en 40 millones de euros la compensación a la Asociación de Futbolistas Españoles por jugar durante las fiestas navideñas, debido a que el técnico de la selección española pidió tener más tiempo de entrenamiento para afrontar la Eurocopa de Francia, por lo que todas las partes accedieron a modificar el calendario exclusivamente para esta temporada.
España pone a prueba su versión del Boxing Day, en medio de cuestionamientos sobre sus beneficios y con aumento de los precios de los boletos. El futbol ibérico cerrará el 2015 con el balón rodando.