El equipo Inter de Miami de la MLS, del exastro inglés David Beckham, recibió hoy un espaldarazo en las elecciones de medio término con la aprobación en Miami de
los planes para transformar un campo de golf en un estadio y un complejo comercial.
Al ritmo de la melodía de “Carnaval” y gritos de “Olé, Olé, Olé” de la “barra” del equipo, Beckham subió junto al empresario cubano-estadunidense Jorge Mas Santos a un escenario adaptado para el festejo casi a las 21:00 horas para agradecer a los votantes la aceptación de la enmienda 378.
Esta enmienda a la Carta Constitucional de Miami autoriza a la Ciudad a negociar y ejecutar un Contrato de Arrendamiento por un término de 99 años con el proyecto del Miami Freedom Park LLC para alquilar el campo de golf Melreese donde se prevé la construcción del complejo deportivo.
“Esto ha sido un trabajo de persistencia y paciencia, les quiero dar las gracias”, dijo el exdelantero del Real Madrid ante una multitud reunida en la explanada de un centro de oficinas en Coral Gables.
“Gracias por darnos la luz verde para seguir adelante, no los vamos a defraudar vamos a construir un equipo campeón”, señaló a su vez Mas Santos, junto al alcalde de Miami, Francis Suárez, quien recibió un revés en la votación para asumir nuevas facultades como alcalde.
El proyecto para el nuevo estadio incluye más de 445,000 metros cuadrados, con campos de fútbol, tiendas, lugares de entretenimiento, restaurantes y un hotel con 750 cuartos.
La campaña para el estadio se benefició del fuerte apoyo de los fanáticos del fútbol que han anhelado un equipo de la MLS durante los cinco años de odisea de Beckham para presentar un equipo en el sur de la Florida.
Beckham ha tenido que recorrer varios sitios posibles, incluido un terreno en Overtown en el que incluso compró la propiedad, pero Melreese se convirtió en la mejor opción a principios de 2018, luego de que el empresario Mas Santos, presidente del gigante de infraestructura MasTec, se uniera al grupo en 2017.
Cualquier contrato de arrendamiento debe todavía de ser además aprobado por cuatro de los cinco comisionados de la Ciudad de Miami. Dos de ellos se oponen al proyecto.