ARGENTINA, domingo 4 de julio 2021.- Un Lionel Messi intratable llevó de la mano a Argentina a las semifinales de Copa América-2021 y a un paso de citarse en el Maracaná con Brasil para disputar mano a mano con su amigo Neymar un título que nunca ganaron.
Argentina se verá las caras el martes con Colombia en semis en el Mané Garrincha de Brasilia, un duro enfrentamiento casi siempre marcado por la paridad, mientras que en la otra llave Brasil espera el lunes a Perú en el Nilton Santos de Rio de Janeiro, los rivales de la final de 2019, que ganó el anfitrión.
El capitán argentino presentó el sábado en el gramado del estadio Olímpico de Goiania en cuartos de final ante Ecuador (3-0) una de sus mejores versiones con la casaca albiceleste desde que debutó en 2005.
Desplegó su gran talento como goleador, cuando cerró su noche mágica con un tiro libre exquisito, y como asistidor en los dos primeros goles, el de Rodrigo De Paul y el de Lautaro Martínez.
Después de mucho tiempo, algo cambió en Argentina para que esto ocurra: sus compañeros de ofensiva ya no son testigos pasivos de los malabares del crack, participan, no se inhiben y juegan a su ritmo, que siempre exige una marcha más.
"Estamos hablando del mejor jugador de todos los tiempos", dijo su entrenador Lionel Scaloni, aún sorprendido por la actuación del capitán.
Su catarata de récords en el Barcelona son bastante más habituales que en la selección, aunque el goleador del torneo puede convertirse en esta Copa en el jugador sudamericano con más goles anotados con su combinado, ya que está a uno de los 77 de Pelé.
El gol número 76, el exquisito tiro libre que anotó ante Ecuador, tiene una historia muy particular: el '10' dejó sin asunto el sábado al mismo portero, el ecuatoriano argentino Hernán Galíndez, quien recibió de Messi su primer gol a los 5 años en los torneos infantiles de Rosario, la ciudad natal de ambos.
Casi el mismo período que los 28 años sin que Argentina haya logrado un título de su selección absoluta, aunque Messi está determinado en esta Copa América a sepultar esa larga sequía y con ello tomar revancha de tres finales perdidas en el torneo continental (Venezuela-2007, Chile-2015 y EEUU-2016).