Europa, 9 de mayo 2023—Santiago Giménez caminaba por la cornisa a mediados del 2022. Un torneo
más estaba por comenzar en Cruz Azul, el equipo que lo vio crecer desde niño, y había un nuevo entrenador al cual convencer: el uruguayo Diego Aguirre. El reto era mayor para un delantero que un año atrás no pudo ganarse un lugar en la Selección Olímpica que ganó el bronce en Tokio. Y aunque celebró el histórico campeonato con Cruz Azul, Giménez fungió como revulsivo en aquella hazaña y no como pieza central.
Un revulsivo muy efectivo: siempre pasaba algo cuando el 'hijo del Chaco' emergía desde el banco. Sin embargo, con 21 años todavía se le consideraba un jugador secundario. Y no parecía que eso fuera a cambiar pronto. Él tenía claro eso en el momento en el que llegó Aguirre, el primer entrenador de su carrera profesional que lo ponderó como delantero referente.
"Lo que cambió cómo me veo en la cancha fue que me di valor a mí mismo. En Cruz Azul no me sentía importante en el equipo. Llegó un punto donde Aguirre me dio la confianza y me dijo: 'tú vas a ser el nueve de Cruz Azul'. Y ahí fue cuando yo, internamente, me di valor y dije: 'es mi oportunidad, puedo hacerlo, para esto nací'. A partir de ahí fue un cambio para mí, sentirme importante dentro del campo", comentó Giménez en entrevista con Fox Sports.
Antes de que el Feyenoord lo comprara, en julio de 2022, Giménez marcó cinco goles en igual número de partidos, al comienzo del torneo. La efectividad, que había sido su talón de Aquiles desde su debut profesional, se convirtió en un rasgo característico desde ese momento. Antes de ese torneo, el Apertura 2022, Giménez había hecho quince goles repartidos en 98 partidos (todas las competencias). Hoy una cifra puede servir para ejemplificar su evolución: ha marcado 22 goles en la presente campaña contra los 21 goles que registró Cruz Azul en todo el Clausura 2023.
Y de nueva cuenta lo ha hecho sin ser titular de lleno, aunque en los últimos meses ya se ha ganado el lugar que le fue negado al principio. Con 14 tantos, está a sólo dos de alcanzar al líder de goleo de la Eredivisie, Anastasios Douvikas, del Utrecht, pero con 700 minutos menos de juego. En este año, Giménez ha roto todos los récords mexicanos que tenía en la mira: Hirving Lozano (19 goles en su primer año en Países Bajos); Luis García y Javier Hernández (20 goles en el año debut en el futbol europeo).
Giménez hoy vive un momento de plenitud gracias a esos malos tragos: "El día a día, los entrenamientos, los consejos, escuchar a exfutbolistas. Los pequeños detallitos: los jueves o miércoles viene Robin Van Persie y nos hace un trabajo con los delanteros. Todos esos consejos me han aportado mucho y trato de llevarlos a la cancha", comentó Giménez en la misma entrevista. La confianza puede ser diferencial para el desarrollo del jugador: "Lo que sentía en era que no te daban constancia de minutos. , ese fue el cambio que tuve".