Róterdam, 19 de junio 2023—La tanda de penaltis que provocó la eliminación de España en los dos últimos
Mundiales y la última Eurocopa, las dos paradas decisivas de Unai Simón y el lanzamiento final repleto de calma de Dani Carvajal, dieron la Liga de Naciones a un equipo que once años después vuelve a saborear el éxito y dejó de nuevo a las puertas de la gloria a la combativa Croacia de Luka Modric.
El quinto título de la historia de la selección española cambió su historia reciente. Los proyectos que se desplomaron desde el punto de penalti.
Los sueños de las grandes citas que quedaron en el camino. Con impotencia en los dos últimos Mundiales. Con injusticia ante Italia en la última Eurocopa.
La moneda cayó de cara en esta ocasión para un grupo de jugadores que resucitaron el gen ganador y respondieron con grandeza a la máxima exigencia en tiempos de cambio.
Una España en formación ante una Croacia rodada. A la altura de una gran final y de lo que significa un título deseado por las dos selecciones.
El impulso que necesitaba Luis de la Fuente para dar empaque a su figura; el culmen a la carrera de Luka Modric, a quien solo le falta un trofeo con su selección.
Con 37 años, sabiendo que en su club se esperaba su retirada tras el Mundial. Pero no hay nada más especial para un croata que su sentimiento patrio.
Dirige Modric un ejército de guerreros que convierte cada partido en una batalla final. Para derrotar a Croacia hay que situarse a su nivel de exigencia y entrega.
Y España lo estuvo, con un gen competitivo por encima de un estilo a media definición con De la Fuente. Ha perdido sello respecto a Luis Enrique. Ha ganado variedad con mayor flexibilidad.