EEUU, 08 de julio de 2024 ::: Jacob Shaffelburg, el ‘Messi marino’ de Canadá, se ha convertido en un pilar del
once de Jesse Marsch tras empezar la Copa América en el banquillo. Artífice del pase a semifinales de su selección contra Venezuela, ahora se cruzará con el verdadero Lionel Messi por un lugar en la final.
Canadá se ha plantado en las semifinales del torneo con solo dos goles anotados, algo sin precedentes en el formato actual de la competición, y Shaffelburg ha estado en ambos.
Contra la Vinotinto, el extremo del Nashville de la MLS fue quien puso el 1-0 en el marcador que permitiría después llegar a la tanda de penaltis. Pero además del gol fue un peligro constante por la banda izquierda de Jon Aramburu con su velocidad eléctrica y sus rizos al viento.
Canadá avanza con Davies y Shaffelburg en la Copa América
Una banda por la que Canadá también tiene, en el lateral, a su capitán y estrella, Alphonso Davies.
“Se está dejando la piel en cada partido”, comentaba después del encuentro su compañero Alistair Johnston.
Canadá se había clasificado a los cuartos de final gracias a una única victoria en la fase de grupos, contra Perú, partido en el que Shaffelburg, que entró en el segundo tiempo, dio una asistencia deliciosa y dificilísima al primer toque para el gol de Jonathan David. Ese pase le valió la titularidad.
Haciendo honor a su apodo, el ‘Messi marino’ ha sido la luz de un faro para un combinado canadiense con muchísimos problemas de cara al gol.
:: La historia del ‘Messi Marino’ canadiense
El apodo de ‘Messi marino’ viene por supuesto por su endiablada velocidad y destreza con el balón, pero también por su origen, en Port Williams, un remoto pueblo pesquero de poco más de 1.000 habitantes en Nueva Escocia.
En el inhóspito este canadiense, donde el hockey sobre hielo es rey absoluto, las posibilidades de desarrollo para futbolistas jóvenes son prácticamente imposibles, según admitió a The Athletic el que fue director técnico de fútbol de Nueva Escocia de 2003 a 2011, Mike Hudson.
Hudson, que sospechaba que tenía una perla incomprendida en sus manos, ayudó a que a los 15 años Shaffelburg pudiera irse a Estados Unidos para crecer en el mundo del fútbol ante un futuro poco prometedor en su provincia.
“Si Jacob no hubiera ido a Berkshire (Estados Unidos), no estaría jugando profesionalmente ahora mismo”, afirmó Hudson.
Ahora, muchos se preguntan cuánto tiempo le queda a Shaffelburg antes de dar el salto a Europa.