EEUU, 16 de julio de 2024 ::: Lionel Messi lloró desconsoladamente al dejar el campo de juego durante la
final de la Copa América por primera vez en su carrera. Más allá del fuerte dolor en el tobillo derecho, las lágrimas del capitán de Argentina eran síntoma de una angustia más profunda.
En una de sus “últimas batallas”, como definió al certamen continental, el astro de 37 años no superó la prueba física y hoy parece difícil que pueda disputar su sexto Mundial en 2026.
“Estoy bien, gracias a Dios, y ojalá pueda estar pronto en la cancha de nuevo, disfrutando de lo que más me gusta hacer”, expresó el astro en redes sociales un día después de consagrarse bicampeón de América. No dio más detalles sobre la lesión en el tobillo derecho que no le permitió completar el partido decisivo.
“No sé si marcamos una era, pero el equipo no deja de sorprender. Se repone ante las dificultades”, analizó su entrenador, Lionel Scaloni. “Cuando sale (Messi), el equipo se multiplica con el que entra y jugamos a lo mejor de otra manera”.
La Copa América fue el primer gran torneo de Messi tras dejar el competitivo fútbol europeo para mudarse a la menos exigente MLS de Estados Unidos.
En su nueva etapa, el físico empezó a cobrarse facturas por la exigencia a la que fue sometido a lo largo de su carrera. Durante el último año, las molestias musculares lo obligaron a ausentarse varios partidos, tanto en su club Inter Miami como de la Albiceleste.