La Selección de Grecia sufrió, pero logró clasificar a la Copa del Mundo Brasil 2014 al empatar 1-1 con su similar de Rumania (4-2 global), en partido de “vuelta” del repechaje europeo jugado en el National Arena.
El cuadro heleno tomó ventaja con tanto de Konstantinos Mitroglou a los 22 minutos, pero Vasileios Torosidis, a los 54, emparejó los cartones para Rumania en claro autogol que le resultó insuficiente. Grecia está en su tercer Mundial, segundo consecutivo.
Obligado por las circunstancias, el cuadro local tuvo un inicio de partido que motivó una gran expectación en la tribuna, que tuvo la ilusión en los primeros 15 minutos del partido con llegada por los costados, sobre todo por el derecho.
La formación que utilizó el estratega rumano Victor Piturka con un 4-1-4-1 le brindó la oportunidad de llegar por los costados con Gabriel Torje y Alexandu Maxim, que con centros al área griega buscaban que Ciprian Marica conectara algún balón.
Sin embargo, el portugués Fernando Santos, al ver la presión del rival modificó su esquema, controló la llegada rumana y salió hasta mediocampo para hacerse del balón, con lo que le bajó el ritmo al juego que hasta ese momento exhibía el local.
Grecia jugó al contragolpe y en el minuto 16 estuvo cerca de abrir el marcador cuando Jose Holebas robó el balón en medio campo, enfiló a la meta rumana y con la zurda sacó disparo raso que el arquero Ciprian Tatarusano desvió a una mano para evitar el gol.
Sin embargo, en el minuto 22 lograron abrir el marcador con el tanto de su goleador Konstantinos Mitroglou, quien penetró por el centro, encaró al portero Ciprian Tatarusanu y lo venció por abajo para hacer el 1-0 (4-1 global) y acercarse más a Brasil.
La anotación del visitante cayó como balde de agua fría en la afición local, mientras que en la cancha su equipo buscaba por todos los medios acercar en el marcador global y mantener así viva la esperanza.
Fue hasta el minuto 54 que Rumania empató 1-1 (4-2 global) cuando por el centro, se filtra un balón y la zaga griega no se habla por lo que Vasileios Torosidis termina por meter el balón en su propia meta y revive al conjunto de casa.