FIFA ratifica a Curitiba como sede del Mundial

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Florianápolis. La FIFA retuvo a Curitiba como sede del Mundial-2014 pese al atraso en las obras de su estadio, evitando a Brasil la vergüenza de un fracaso como organizador de la mayor fiesta del futbol.

El secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, juzgó que las obras del estadio Arena de Baixada han avanzado

lo suficiente desde que el organismo amenazara con excluir a Curitiba del Mundial el 21 de enero.

"Curitiba reconfirmada como sede de la #Copa2014, con base en las garantías financieras, compromiso de todas las partes y progreso realizado", dijo Valcke en su cuenta Twitter.

UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO

"Será una carrera apretada contra el tiempo y el esfuerzo colectivo de todas las partes involucradas en Curitiba debe continuar a un ritmo fuerte", advirtió, no obstante.

La decisión de la FIFA, que era esperada con nerviosismo por el gobierno, salva a la presidenta Dilma Rousseff de un fiasco en un momento de débil crecimiento económico y protestas callejeras desde junio contra el enorme gasto público en el Mundial, en vez de en transporte, salud, vivienda o educación.

EL ESTADIO MÁS ATRASADO EN LA ZONA MÁS DESARROLLADA DE BRASIL

Todos los estadios de la Copa del Mundo debían estar listos antes del 31 de diciembre de 2013, a pedido de la FIFA. Pero cuatro de ellos -Sao Paulo, Cuiabá, Manaos y Curitiba- aún no han sido finalizados.

De todos los estadios, la situación más seria, según la FIFA, corresponde a Curitiba, una ciudad situada en el sur del país, paradójicamente la zona más rica y desarrollada de Brasil.

Cuando peleó para ser escogido como sede del Mundial, Brasil, el gigante sudamericano que sacó a 40 millones de la pobreza en una década, buscaba mostrar al mundo que puede competir de igual a igual con los países desarrollados, y dar a los 200 millones de brasileños el regalo de un sexto título mundial, esta vez en casa.

Pero en medio de atrasos en estadios, promesas incumplidas sobre infraestructura y masivas protestas callejeras que desde junio cuestionan el inmenso gasto público en el Mundial, la Copa puede representar más un fracaso que un logro para la presidenta Dilma Rousseff, que se juega la relección en octubre.

Tras la luz roja de la FIFA, Rousseff dijo en enero estar "segura" de que Curitiba estaría listo "a tiempo".

La Arena da Baixada, con capacidad para 43 mil espectadores y un costo estimado en unos 160 millones de dólares, debe acoger cuatro partidos del Mundial. Sus obras están avanzadas en 90 por ciento, según la Secretaría de la Copa.

Los obreros que trabajan en el estadio han subido de 980 a mil 380 en los últimos días, mientras la construcción del techo y de los accesos a los vestuarios están siendo finalizados, informó el diario O Estado de Sao Paulo. Más de 15 mil asientos han sido colocados y el gramado, ya plantado, está siendo regado, añadió.

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