Australia puso contra las cuerdas a Holanda. Lo presionó, lo dominó, lo apabulló y cuando parecía que se iba con una victoria que lo mantenía con vida en la Copa del Mundo, un descuido en la defensa y un error del portero se combinaron para sellar la derrota y convertirse en el primer equipo eliminado de la competencia.
En un partido que inició ganando pero que en el cual hizo pocos méritos para llevarse los tres puntos, la Selección Holandesa supo aprovechar el único despiste que tuvo su rival. Convirtió las pocas llegadas de peligro que tuvo y en la parte complementaria sacó ventaja de una deficiente atajada del arquero Maty Ryan para apuntarse el triunfo y poner un pie en los Octavos de Final.
Temprano en el juego las sombras comenzaban a ponerse sobre el equipo de Oceanía cuando al minuto 11 Arjen Robben volvió a hacer lujo de su velocidad y conducción del balón. El volante holandés, tomó una pelota en media cancha, se quitó una marca, aceleró y ya dentro del área cruzó un derechazo para poner el 0-1 en el marcador.
Parecía que el tanto del jugador del Bayern Munich era el inicio de otra goleada, sin embargo dos minutos después Tim Cahill apareció dentro del área naranja y con un soberbio remate de volea, en un centro largo que no dejó caer, igualó los cartones ante la asombro de la afición en el Estadio Beira-Río.
El gol no sólo emparejó el resultado, le bajó las revoluciones a la “Naranja Mecánica” e impulsó a los australianos a ir al frente. Fue entonces que el equipo amarillo vivió sus mejores momentos, se adueñó de la pelota, del juego y tuvo las más claras oportunidades de gol.
Pero no fue sino hasta la parte complementaria que la Selección de Australia pudo reflejar su dominio en el electrónico. Se encontraron en el camino un pénalti, por una mano dudosa de Janmaat, que hizo válida el Capitán Mile Jedinak al minuto 54.
La sorpresa se estaba cocinando en Porto Alegre, sin embargo Holanda también tuvo una respuesta rápida al tanto de los australianos y tres minutos después, con un gol de Robin van Persie, en una falla de la defensa, se emparejaron los cartones y la tranquilidad volvió al cuadro dirigido por Louis Van Gaal.
El gol no espantó al conjunto de los “Socceroos”. Mantuvieron la estrategia ofensiva, presionando en todos los sectores de la cancha. Al 66 tuvieron la posibilidad de irse al frente de nueva cuenta pero Cahill, esta vez, no pudo hacer un buen remate dentro del área. Improvisó con el pecho pero la pelota salió floja y a las manos del arquero.
La falla de Tim en el área rival se combinó minutos después con un error del portero Maty Ryan, quien atacó mal un disparo lejano de Memphis Depay. No pudo meter las manos a un tiro que parecía cómodo y la pelota se coló hasta el fondo de las redes, lo que significó la voltereta, la victoria y una clasificación casi segura para la Selección de Holanda.