SANTOS. - La selección de México arribó la tarde del martes a la ciudad brasileña de Santos para concentrarse de cara al choque de octavos de final del domingo contra Holanda.
Unas 200 personas, entre aficionados mexicanos y curiosos, ovacionaron al equipo a su llegada al hotel de Santos, a dónde viajaron procedentes de Fortaleza.
En esa ciudad el Tri derrotó la víspera a Croacia por 3-1 sellando su pase a la siguiente fase, lo que generó una gran euforia entre la hinchada.
"Sinceramente no me lo esperaba. Sentíamos que Croacia era más fuerte", dijo a la AFP José Sacir, un aficionado mexicano que fue a recibir a sus jugadores con un sombrero emplumado y enfundado en bandera tricolor.
Sacir, que ha seguido al Tri durante toda la primera fase, recuerda la decepción que sufrió el año pasado cuando también viajó a Brasil para la Copa Confederaciones, en la que México cayó en la primera fase.
"Venían de un proceso complicado. No pensábamos que nos fuera tan bien. Pero para eso estamos aquí, para tener fe", recordó Sacir después de corear con el resto de hinchas el clásico "Cielito lindo" y el cántico "Sí se puede" a los jugadores mientras bajaban del autocar.
En la mañana del miércoles, México hará su primer entrenamiento para preparar el choque con Holanda, con el técnico Miguel Herrera ocupado en descifrar cómo detener a sus figuras atacantes.
"Me preocupa que no estemos atentos, porque tanto Robin van Persie como Arjen Robben son jugadores muy, muy letales. Entonces (hay que) estar atentos, no dejarles espacios, son jugadores rápidos", dijo el 'Piojo' Herrera a la emisora mexicana Radio Fórmula.