La sorprendente Costa Rica eliminó en la tanda de penales por 5-3 (1-1) a Grecia y avanzó por primera vez a cuartos de final de un Mundial, mientras México no pudo romper el maleficio y otra vez se detuvo en octavos en el último suspiro ante Holanda.
En cuartos, Costa Rica se medirá el 5 de julio en Salvador de Bahía con Holanda, que este domingo eliminó in extremis a México por 2-1.
Parecía que a Costa Rica se le iba la clasificación de las manos cuando al minuto 90+1 Sokratis Papastathopoulos empató para Grecia y forzó el alargue.
Ese golpe al mentón, cuando queda tan poco tiempo, puede derribar el ánimo de cualquiera, pero los ticos siguieron batallando en el alargue hasta llegar a la definición por penales y, con notable eficiencia, anotar los cinco.
El portero Keylor Navas complementó la eficacia de sus compañeros al detener el cuarto penal griego y dejar todo servido para que el defensor Michael Umaña hiciera estallar los festejos.
La selección tica dejo al mundo del fútbol boquiabierto cuando se adjudicó invicta el 'Grupo de la Muerte' contra tres ex campeones mundiales, Inglaterra, Italia y Uruguay.
Las poderosas Italia e Inglaterra volvieron a casa en la primera ronda y Uruguay cayó eliminada en octavos. Mientras tanto, Costa Rica, que llegaba como una segura eliminada, continúa su viaje en el Mundial de Brasil.
Su entrenador, el colombiano Jorge Luis Pinto, cambió la cara al conjunto centroamericano sumándole mayor espíritu de lucha y un cambio de mentalidad que convenció a sus dirigidos que tienen condiciones para jugar de igual a igual con cualquiera.
"Somos hombres ambiciosos, queremos crecer más. Vamos a enfrentarnos a un equipo importantísimo, de talla mundialista, con jugadores de gran calidad. Ya mandé grabar el partido de Holanda (ante México). Vamos a analizar bien a Holanda y a pensar qué hacer en el próximo partido", declaró Pinto en una conferencia de prensa en el Arena Pernambuco de Recife.
En San José estallaron los festejos con un estruendo de vuvuzelas, bocinas de carros y el grito de "ticos, ticos".
En la céntrica Plaza de la Democracia, convertida en la versión local del "fanfest" del Mundial, el estallido de júbilo fue unánime, con saltos de alegría, danzas improvisadas y abrazos al primer desconocido que aparecía por delante.