Con toda la presión de haberse quedado sin jugar una liguilla por dos años, Cruz Azul inicia este fin de semana su camino para terminar con esa mala racha y para ello hizo contrataciones foráneas y locales.
Además, los torneos pasan y el equipo tampoco ha podido poner fin a la sequía de título que cargan desde 1997,
por lo que la presión con la que llegan aumenta aún más, pero la directiva espera que esta vez las cosas sean diferentes.
Para ello, la directiva que encabeza Guillermo Álvarez Cuevas puso la mirada en jugadores que responden a las expectativas del club, por lo que se hizo de los servicios de algunos jugadores extranjeros y otros del balompié local.
Así, trajo a los argentinos Jonathan Cristaldo y Julián Velázquez, así como a los chilenos Francisco Silva y Enzo Roco, además de los mexicanos Jesús García y Adrián Aldrete, en quienes tienen puesta toda la confianza para reforzar al equipo.
“Vengo de salir campeón con Chile y estoy ilusionado que se repita la historia acá con Cruz Azul. Sé que es un club muy importante con mucha historia y esa historia se tiene que revalidar este año con todo el apoyo de la gente y esperemos que a fin de año saquemos cuentas positivas y poder salir campeones”, dijo Roco ayer al llegar a la Ciudad de México, sede en la que defenderá la camiseta celeste.
Con todo, la Máquina Celeste espera volver a recuperar la confianza de sus seguidores, que en esos últimos cuatro torneos y en los casi 20 años sin conseguir nada, se ha decepcionado por completo y ya casi no asisten al estadio.
Por ello, tanto los refuerzos como los que se quedaron en la continuidad que quiere darles el técnico Tomás Boy, deberán sudar en serio la camiseta para terminar con esos malos momentos que ha vivido la institución.
Su primer examen será en la fecha uno cuando se midan al recién ascendido Rayos de Necaxa en la ciudad de Aguascalientes, que quiere comenzar con un triunfo que le dé la confianza de sumar y pensar en afianzarse en Primera División.