La Selección Mexicana cayó dos por uno, en su debut en la Copa de Oro, ante su similar de Panamá. El tricolor se vio deslucido y sin conjunción y su bajo desempeño hace crecer las dudas de la permanencia de José Manuel de la Torre como Director Técnico y la presión en el entorno del representativo nacional.
En el segundo tiempo nuevamente los panameños se pusieron en ventaja rápidamente por conducto de Torres. La incredulidad de los mexicanos era evidente, el Chepo mostraba un rostro de preocupación, se está jugando gran parte de su futuro en esta competición. Los jugadores del tricolor se vieron cabizbajos, el golpe anímico fue letal. México ya no se pudo levantar, sólo una tímida reacción que no inquietó en mucho al guardameta Penedo y no más.
El Chepo nuevamente movió sus piezas hombre por hombre, sin buscar variantes o un nuevo estilo de juego. Así el tiempo se esfumó y el primer descalabro en esta copa se consumó.
Ahora el Tri se tiene que jugar todas sus cartas ante Canadá, su siguiente rival. Pero el ambiente de dudas ha crecido y la inseguridad de los futbolistas es notoria. Lejos se ven los días en que el combinado mexicano mostraba buen juego de conjunto, hoy sólo se juega al pelotazo, a individualidades y a esperar el error rival. Parece difícil que con eso alcance para lograr el objetivo de ser campeones de este torneo.
El vigente campeón de la Copa de Oro cayó y con la cara al pasto. Panamá fue superior de principio a fin y el futuro de muchos de estos seleccionados, además del mencionado entrenador, pende de un hilo en el equipo nacional y, con esto, sus aspiraciones a ser convocados al Mundial, si es que se llega a clasificar, parecen esfumarse por completo.
La Selección mexicana amaneció como último lugar de su grupo, pero la clasificación a cuartos de final es más que posible pues basta con ser uno de los dos mejores terceros lugares para avanzar a la siguiente ronda. En total califican ocho de doce competidores a la siguiente ronda, sería un fracaso bastante grande no poder hacerlo.