Atlante sigue sin aprovechar los regalos de sus rivales en la pelea por el no descenso, y hoy ante la inmejorable oportunidad de empatar al Veracruz y disminuir la ventaja con el Atlas en la Tabla Porcentual, los Potros de Hierro protagonizaron, junto al Puebla, uno de los peores partidos del Clausura 2014 que concluyó con un somnoliento
empate a cero.
De un lado y de otro las fallas, errores y falta de inteligencia a la hora de atacar fueron los mismos. Dos equipos que se enfrascaron en un duelo en media cancha, con poca profundidad y con constantes interrupciones, terminaron dividiendo un punto, el cual en su carrera por salir de la zona roja les sirve de muy poco.
Para ampliar la perspectiva de lo poco espectacular que tuvo el juego de esta tarde en el Estadio Andrés Quintana Roo, la primera jugada de real peligro la generaron hasta el minuto 47, cuando en una combinación entre Manuel Viniegra y Arturo Muñoz pusieron a temblar la portería de Jorge Villalpando.
Siete minutos después, en una jugada personal por la banda de la derecha, Michael Arroyo encontró un hueco, se metió hasta el área y con dos posibles rematadores a la altura del punto penal, decidió sacar un disparo potente que se fue muy desviado de la portería del arquero visitante.
Esas dos acciones fueron las más cercanas al gol. Durante los 90 minutos, el juego se disputó en media cancha, trabado, interrumpido constantemente por faltas, errores en los pases, malas recepciones y un par de equipos que en su forma de jugar proyectaron la realidad que atraviesan en la Tabla Porcentual.
Tanto Romano como Marini intentaron cambiar la imagen. Los dos entrenadores realizaron sus tres cambios, sin embargo a ninguno le dio resultados. Los hombres que saltaron de la banca se impregnaron rápido de la pereza y apatía con la que se estaba disputando el duelo y su entrada pasó desapercibida pese a que los Potros terminaron “presionando” sobre la portería de La Franja.
El partido transcurrió sin pena ni gloria. Uno de los juegos que parecía tendría una buena dosis de emoción por lo que se están jugando, principalmente al conjunto azulgrana, quedó lejos de cumplir con las pocas expectativas.