Jesús Corona sonríe cuando le cuestionan si el episodio de anoche le hizo revivir los malos recuerdos que le impidieron llegar al Mundial de Sudáfrica 2010.
Después de su expulsión anoche ante Xolos en la Semifinal de Concachampions, el portero de Cruz Azul aseguró que se controló en la gresca, por lo que tiene la conciencia tranquila.
De cualquier modo, se dijo sorprendido por la tarjeta roja que le mostró el árbitro Paul Delgadillo y confió en que la CONCACAF le retirará la expulsión para así disputar la Final frente a Toluca.
“Se puede apreciar en las tomas, en el video, que hubo dimes y diretes, que se calentó el juego, pero de ahí en adelante me agreden con el escupitajo (Hernán Pellerano), cosa que me molestó, pero no reaccioné de mala manera”, aseguró esta tarde en La Noria.
En 2009, cuando se perfilaba para ir al Mundial, Corona agredió con un cabezazo al preparador físico del Morelia que le llevó a perderse la Copa Oro. En febrero del año siguiente, también agredió a una persona en Guadalajara que terminó por excluirlo de la Selección Mexicana.
“Uno aprende, uno se acuerda de esos momentos que vivió y tratar de no volver a cometer ese tipo de errores, por ese lado también me ha servido bastante”, aceptó.
“Ahora sí me molesté bastante, pero nada más me limpié el rostro y me alejé, supe que si reaccionaba hubiera habido una sanción y sí me hubiera perjudicado”.
Corona dijo que fue lamentable cómo terminó el juego. Además aclaró que en ningún momento agredió con un codazo a Javier Gandolfi antes de que iniciara la bronca.
“Yo tengo el balón, voy a sacar rápido pero veo que se me deja ir para evitar, yo simplemente me cubro, él me parece que intencionalmente va a buscar también”, consideró. “Desde el primer tiempo pudimos ver que en otras acciones ellos iban a buscar, a provocar”.
De cualquier modo, dijo que podría charlar con el entrenador del Tri, Miguel Herrera, para aclararle lo sucedido, a pesar de que esta vez el incidente con él no fue grave.