La misión está ahora en pies de Carlos Fierro y David Ramírez. Ellos son los encargados, como volantes por las bandas, de cargar con la mayor parte de la responsabilidad en el juego ofensivo del Guadalajara. Sin embargo, son jóvenes. Y aunque muestran ímpetu, parece que no han convencido completamente a Ricardo Antonio La Volpe.
Por eso, el técnico de Chivas habla ya sobre la posibilidad de buscar en el mercado volantes que le proporcionen el desequilibrio que este en esa parte del terreno de juego, para aspirar a tener un equipo competitivo, que luche por los primeros puestos. La generación ofensiva ha hecho sufrir al equipo y el argentino quiere poner fin a eso.
"Lo más difícil es atacar. Si hay jugadores de 100 millones de euros, por dar una cifra, significa que esos jugadores deben ser importantes, significa que los técnicos dependemos de los jugadores, no los jugadores del técnico. El técnico les da una idea, filosofía, estilo, buen trabajo en la defensa, recuperación, le explicas lo que es una zona, cuándo se puede presionar, cuándo se puede achicar", señala al iniciar su explicación.
"Lo que más nos falta es desequilibrio en el último tercio de la cancha, ser más precisos y desequilibrantes, sin ninguna duda. En la defensa sí cometemos errores, pero menos. Hay algo que está fallando, sí hay un riesgo al salir jugando con pelota dominada, pero lo tenemos que asumir con inteligencia. De ahí para adelante se va a generar daño con la genialidad del jugador, si no está la genialidad y todavía no está coordinado el trabajo, nos quedamos un poco atrás", añade el entrenador rojiblanco.