Era necesario que los Leones Negros se enfrentaran a su homólogo herido y lastimado para reaccionar. Después de cuatro encuentros en el torneo, la Universidad de Guadalajara ganó su primer partido desde que volvieron a Primera División, superando en esta ocasión a la Fiera guanajuatense, que jugó mermado durante una hora por la expulsión de Edwin Hernández.
El rugido se escuchó fuerte en el Estadio Jalisco. Luego de una serie de oportunidades erradas, y dos jugadas polémicas en las que el árbitro decidió no cobrar penal a favor del cuadro local, apareció Fidel Martínez para, por fin, marcar diferencia en su calidad de refuerzo.
El "Neymar ecuatoriano" se encargó de definir la historia a favor del equipo de Alfonso Sosa, quien vivió la angustia al límite, pues al estar expulsado y con su futuro comprometido, vivió cada minuto de manera agónica desde la tribuna.
León sigue aturdido. En su cabeza aún se escuchan voces en catalán que no se puede sacudir, y desde temprano se quedó en desventaja tras la expulsión de Edwin Hernández. El "Aris" cometió una dura entrada a las afueras del área, en el minuto 20', y lo pagó caro con el exilio, condenó a los Esmeraldas a resistir de la mejor manera.
La primera advertencia universitaria llegó al minuto 39', luego de un disparo que le quedó a William Ferreira después de un rebote, el uruguayo le pegó de zurda, pero el arquero William Yarbrough desvió la pelota para que esta se estrellara en el poste.
Para la parte complementaria, salió desde la banca Fidel Martínez, quien a la postre sería la figura del encuentro. Tardó diez minutos en advertir por primera vez.
Al 55', un disparo del "Neymar ecuatoriano" que fue desviado por Yarbrough, fue la primera advertencia importante en la parte complementaria.
El gol cayó al 70', luego de un centro por izquierda para William Ferreira, el uruguayo de cabeza puso el pase para Fidel Martínez, quien solo y frente al arquero, la empujó para romper el maleficio en su contra.
El Estadio Jalisco explotó en júbilo. La victoria se quedó en la bolsa, y sin importar las formas, los Leones Negros se defienden como pueden, a final de cuentas la esperanza de la permanencia sigue viva.