Madison Bumgarner ya puede presumir que se ubica entre los grandes lanzadores en la Serie Mundial. Con otra magnífica apertura del zurdo de 25 años de edad, los Gigantes de San Francisco se colocaron a ley de una victoria para conquistar otro campeonato al vencer el domingo 5-0 a los Reales de Kansas City e irse arriba 3-2 en la Serie del Clásico de Otoño.
Bumgarner dejó en 4-0 su foja en juegos de la Serie Mundial al cubrir la ruta completa, con pelota de cuatro imparables. Fue la primera blanqueada conseguida en el clásico desde que Josh Beckett, de los Marlins, lo consiguió ante los Yanquis en 2003 para que Florida se coronara.
“¿Saben qué? Por algún motivo, tengo mucha suerte en esta época del año”, indicó Bumgarner.
Pero no es suerte es ser dueño de una efectividad de 0.29, el promedio bajo en la historia de la Serie Mundial para un pitcher con al menos 25 innings lanzados. Apenas ha permitido una carrera en 31 episodios lanzados en el clásico, diseminando 12 hits con cinco boletos y 27 ponches.
Brandon Crawford remolcó tres carreras, Juan Pérez disparó un doble de dos anotaciones y Pablo Sandoval conectó un par de hits y anotó dos veces en el que pudo haber sido su último partido en casa con el uniforme de los Gigantes.
Pero la tarea aún es incompleta. Si quieren proclamarse campeones por tercera vez en cinco años, los Gigantes deberán sumar una victoria en Kansas City.
“Queremos volver a contar con el aliento de nuestra afición en casa, donde será una auténtica locura”, dijo el mánager de los Reales Ned Yost.
Tras un día de descanso, la serie se reanudará el martes en el Kauffman Stadium. Los dos abridores del segundo juego volverán a medirse: el novato dominicano Yordano Ventura por los Reales contra Jake Peavy.
En las 41 ocasiones previas que la Serie Mundial estuvo empatada 2-2 en el formato del mejor de siete juegos, el triunfador del quinto juego se consagró campeón en 27 veces. Pero sólo cuatro lo han logrado en las últimas 11.
Ahora a la par de mitos como Sandy Koufax y Bob Gibson, Bumgarner arrancó tirando humo al sacar cinco de sus primeros nueve outs por la vía de los strikes, y acabó con un total de ocho ponches, sin boletos.
“Lanza con completo aplomo. Tiene sangre fría”, dijo Juan Marichal, el legendario pitcher dominicano de los Gigantes que está en el Salón de la Fama. “Domina a todo el mundo”.
“¡MVP, MVP!” Así corearon los espectadores cuando Bumgarner cumplió su turno al bate en la octava entrada, para pedir que sea el Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño. Su llegada a la caja de bateo en ese inning dejó claro que buscaría el juego completo.
“Se te eriza la piel cuando lo ves lanzar y nosotros buscamos hacer todo lo posible para respaldarlo”, dijo Sandoval. “Cuando se sube a la lomita, lo único que está pensando en lanzar y sacar outs”.
Después que Salvador Pérez abrió el segundo con un sencillo, Bumgarner ponchó a Mike Moustakas en un turno de ocho pitcheos. También retiró a Omar Infante y Jarrod Dyson, ponchados con tres lanzamientos.
Frente a un lanzador zurdo, el mánager de los Reales Ned Yost subió al venezolano Pérez al quinto turno y bajó a Moustakas al sexto. Así colocó un bateador derecho entre los izquierdos Eric Hosmer y Moustakas.
Una noche después de remontar una desventaja de tres carreras para ganar 11-4, los Gigantes se adelantaron en el segundo ante James Shields, quien encajó su segunda derrota de la serie.
Hunter Pence conectó un batazo que rebotó en el guante del torpedero Alcides Escobar y se internó en el bosque izquierdo. Brandon Belt se embasó al tocar la pelota por la izquierda, aprovechando que los infielders se habían corrido hacia la derecha. Ambos corredores avanzaron tras un elevado de Travis Ishikawa a lo profundo del central. Un rodado de Crawford por segunda remolcó a Pence.
Sandoval, el tercera base venezolano que puede declararse agente libre la semana próxima, conectó un sencillo y anotó una carrera en el cuarto.
Shields ponchó a Pence y Belt, pero un sencillo de Iswikawa prolongó el inning. Sandoval pudo anotar desde segundo gracias al sencillo de Crawford al central, donde el jardinero Jarrod Dyson parpadeó al recoger la pelota en su apuro por tirar al plato.
En el octavo, enfrentando a los estelares relevistas Kelvin Herrera y Wade Davis, San Francisco se despegó definitivamente con un rally de tres carreras. El dominicano Pérez empujó a Sandoval y Pence con su doble por el central y Crawford produjo otra con un sencillo al izquierdo.
En Kansas City, los campeones de 2010 y 2012 intentarán sumarse a los Cardenales de San Luis (1942-46) como los únicos equipos de la Liga Nacional con tres títulos en un lapso de cinco años.
Para salir campeón, Kansas City deberá transitar la misma ruta de su última corona de las mayores, en 1985, ganando en casa los últimos dos juegos.
San Francisco también generó una amenaza con dos en circulación y un out en el quinto, pero Shields ponchó a Sandoval y Lorenzo Cain sobre la marcha una línea de Pence a meros pasos de la cerca del derecho.
Por los Gigantes, los venezolanos Sandoval de 4-2 con par de anotadas, y Gregor Blanco de 5-0. El dominicano Pérez de 1-1 con anotada y dos remolcadas.
Por los Reales, los venezolanos Escobar de 4-0, Pérez y Infante, ambos de 3-1.