El Juego de Estrellas de la NBA fue tanto un homenaje a Nueva York, la ciudad anfitriona, como a lo mejor del basquetbol. Y entre musicales de Broadway, figuras de la farándula y hasta el ex presidente Bill Clinton, Russell Westbrook se robó el
espectáculo.
El base del Thunder de Oklahoma City anotó 41 puntos, a uno del récord de Wilt Chamberlain, para encabezar anoche el triunfo del Oeste por 163-158 sobre el este en el clásico que marca extraoficialmente la mitad de la temporada.
Los 321 puntos totales son una nueva marca para el Juego de Estrellas, un encuentro que nunca se ha destacado por ser una exhibición defensiva. Nadie se lo toma demasiado en serio. Se trata más bien de una reunión de los mejores y más famosos basquetbolistas del mundo, que se juntan para un fin de semana de fiestas, actividades corporativas y finalmente un partido que termina convertido en una competencia.
Con celebridades como Jay-Z, Beyonce, Rihanna, Floyd Mayweather Jr. y Clinton en las gradas, nadie lo hizo mejor que Westbrook.
El electrizante jugador del Thunder atacó el canasto con su característica furia, incluyendo en su repertorio varias clavadas que pusieron de pie al público en el Madison Square Garden.
El partido inició con un momento histórico: los españoles Pau y Marc Gasol parados el centro de la cancha para disputar el salto inicial, la primera vez que dos hermanos son titulares en el Juego de Estrellas. Pau, figura de los Bulls de Chicago, comenzó como el pívot del equipo del este, y Marc, estrella de los Grizzlies de Memphis, fue su contraparte en el oeste.