Las Vegas.- La espectacular llegada de Floyd Mayweather al hotel MGM Grand de Las Vegas marca el comienzo de la cuenta atrás hasta el combate del sábado ante Manny Pacquiao, evento que por unos días volverá a poner al boxeo en el centro del deporte mundial tras años en un segundo plano.
Mañana miércoles, ambos púgiles se someterán por última vez a las preguntas de los periodistas antes de recluirse y encarar la recta final de la preparación de una pelea que batirá récords económicos, que enfrenta a los dos mejores boxeadores de la última década y que pone en juego el invicto del estadounidense Mayweather (47-0 y 26 KOs).
"Es la pelea que todos queríamos", repite el filipino Pacquiao, de 36 años y con un récord de 57-5-2 con 38 KOs.
"Soy el mejor de la historia y esta pelea será otra oportunidad de mostrar mi talento y de hacer lo que mejor hago: ganar", replica Mayweather.
De momento, sin embargo, no hay insultos y los golpes fuera del cuadrilátero quedan para los entrenadores, Floy Mayweather Sr. y Freddie Roach, que el jueves compartirán mesa redonda.
Quizás el viernes, durante el pesaje, y con ambos púgiles en ropa interior se escenifique la rivalidad forjada durante años por caminos separados y que el sábado se encuentra en Las Vegas.
Dos estilos diferentes frente a frente ante casi 17 mil espectadores. Si alguien quiere intentar aún ser uno de ellos deberá invertir una buena cantidad de dinero: hasta 351 mil dólares se piden por una entrada en el portal StubHub.com.
Para ver el pesaje, habitualmente un evento gratuito, también se cobrará entrada, reflejo de que el combate, más allá de los deportivo, va a ser un hito financiero con récord de taquilla, de pay-per-view, de bolsa para los boxeadores...
"Veo la pelea como el bien contra el mal", dijo al diario "USA Today" el entrenador de Pacquiao, Roach, que recordó el pasado de violencia doméstica que tiene el estadounidense, quien hace años también llamó "amarillo" a su rival del sábado.
Pacquiao mantiene un perfil más bajo, asume que no es el favorito y abraza su papel de comprometido héroe nacional en Filipinas.
Como megaevento que es las medidas de seguridad son ya excepcionales entorno a The Strip, la parte de Las Vegas Boulevard donde se concentran los principales hoteles-casino, incluido el MGM Grand, el más grande de la ciudad con 5.005 habitaciones.
En algunas de ellas estarán las caras famosas que se esperan en el desierto de Nevada. Es seguro que Justin Bieber, el cantante canadiense ídolo de adolescentes, entrará al ring junto a Mayweather, que por contrato hará esperar a Pacquiao en el cuadrilátero.
El actor Mark Whalberg se decanta por Pacquiao, mientras que Tom Brady, estrella del fútbol americano, y el ex jugador de baloncesto Shaquille O'Neal lo hacen por Mayweather, que pelea en casa.
"Las Vegas es una marca. Para proteger la marca, tienes que proteger el evento", dice Francisco Aguilar, presidente de la Comisión Deportiva de Nevada, antes de un combate que hace que la ciudad se convierta de nuevo en la capital mundial del boxeo.